Los óxidos son compuestos binarios, es decir, son sustancias formadas por la combinación de dos elementos. Uno de ellos es siempre el oxígeno (O).
Los principales óxidos son:
Dióxido de carbono (CO2): el dióxido de carbono se encuentra en refrescos y agua mineral gasificada. Reacciona con el agua, causando que el medio quede ácido, de ahí el motivo de que los refrigerantes sean ácidos.
Peróxido de hidrógeno (H2O2): es un líquido incoloro que puede explotar violentamente si es calentado, y justamente por eso es utilizado en la proyección de cohetes.
Este compuesto también es conocido como agua oxigenada, que se utiliza para aclarar pelos y cabellos. La solución acuosa concentrada al 3% del peróxido de hidrógeno es vendida en farmacias para uso antiséptico y blanqueador. Soluciones con concentraciones superiores al 30% son usadas en la industria como blanqueadores de madera y fibras textiles y en la propulsión de cohetes.
Óxido de calcio (CaO): Obtenido de la descomposición de la piedra caliza, se utiliza en la agricultura para reducir la acidez del suelo y también en la preparación de mortero en la construcción.
Óxido nitroso (N2O): conocido como gas de la risa, inhalado en pequeña cantidad causa euforia, pero también provocar serios problemas de salud; es utilizado como anestésico.
Dióxido de azufre (SO2): se utiliza para la producción de ácido sulfúrico y el blanqueo de aceites alimenticios, entre otras aplicaciones. Es uno de los principales contaminantes; en los días húmedos, se combina con agua de vapor en la atmósfera y origina la llamada lluvia ácida.
Monóxido de carbono (CO): utilizado para obtener ciertos productos químicos y la metalurgia del acero. Normalmente es el principal contaminante de la atmósfera de las zonas urbanas; inhalado combina con la hemoglobina de los glóbulos rojos de la sangre, neutralizándolas para el transporte de gas oxígeno en el organismo.