Es fundamental enaltecer a aquellos jóvenes que optan desde una edad temprana a practicar una modalidad deportiva con asiduidad y también a sus padres por facilitar o, incluso, incentivar tal práctica. El ejercicio físico regular es beneficioso para los jóvenes en varios niveles:
- Nivel físico: se desarrolla y mejora la condición física general, ayuda a reducir la presión arterial, se equilibra el balance del proceso de apetito/saciedad.
- Nivel psíquico: se contribuye a un estilo de vida saludable, disminuye la presión psicológica de la vida cotidiana, crea desafíos y retos, estimula el alcance de los objetivos y la competitividad.
- Nivel social: fortalece el espíritu de equipo, promueve el cumplimiento de normas, facilita la convivencia, permite una ocupación de ocio bien designada y crea lazos sociales.
Ser adolescente y practicar regularmente – al menos de 3 a 4 a veces por semana – una determinada modalidad deportiva requiere reajustes a nivel alimentario. La adolescencia se caracteriza por el gran desarrollo físico – óseo y muscular – del organismo en un relativamente corto espacio de tiempo y, por otro lado, la práctica deportiva se caracteriza también por, a nivel físico:
- Desarrollar y fortalecer la masa muscular, incluyendo el corazón.
- Aumentar el consumo de metabolismo basal – consumo energético necesario para el funcionamiento del organismo cuando se encuentra en reposo.
- Eliminar las grasas acumuladas.
Por lo tanto, es importante llevar a cabo algunos cambios con respecto a la dieta normal de los adolescentes con el fin de responder a las necesidades específicas de los deportistas jóvenes.
Comidas diarias
Primer almuerzo: debe ser completo y rico en hidratos de carbono de absorción lenta – alimentos farináceos – y media – frutas.
Comida que precede a la práctica deportiva: debe realizarse dos horas antes, ser rica en hidratos de carbono, de absorción lenta y media, ser rica en líquidos – agua y zumos de fruta natural – ser más pobre en grasas y ser de fácil digestión.
Comida posterior a la práctica deportiva: debe ser hecha hasta una hora después del final de la actividad física y debe ser similar a la comida que se muestra en el punto anterior.
Nutrientes
Se recomienda un ligero aumento de los alimentos en general, de modo que proporciona el aumento necesario de proteínas, lípidos e hidratos de carbono. Estos no necesitan nunca de ser de absorción rápida, es decir, de productos ricos en azúcar.
No hay necesidad de suplementos y el consumo de líquidos debe hacerse antes, durante y después de la actividad física.
A la par del incentivo que debe hacerse para la práctica regular de cualquier deporte, hay que enseñar y proporcionar jóvenes una adecuada dieta sobre qué comer, cómo y cuándo, para que el cuerpo esté preparado para el nuevo requisito físico y del mismo poder obtener el máximo beneficio.