Kairós es una palabra de origen griego que significa el momento adecuado, momento supremo o momento oportuno. Kairós en el Nuevo Testamento significa ‘el tiempo designado en el propósito de Dios’, el momento en que Dios actúa.
Kairós y Cronos
Los antiguos griegos utilizan para designar el tiempo dos palabras: Cronos, que se refiere al tiempo cronológico o secuencial, aquel que puede ser medido; y Kairós, que representa un lapso de tiempo, un momento indeterminado en el tiempo en que todo sucede.
Mientras Kairós posee naturaleza cualitativa, Cronos tiene naturaleza cuantitativa, la duración de un movimiento y de una creación. Kairós puede ser considerado el momento adecuado, el tiempo en potencial, la mejor oportunidad para actuar o para la realización de un acto.
Entre los romanos Kairós fue llamado de Tempus y designa un momento breve donde todo puede ser posible. Cronos es convertido en Saturno para los romanos.
El término Kairós se relaciona al ‘tiempo de Dios’ y por lo tanto no es mesurable. Según la Biblia: ‘Un día para el Señor es como mil años y mil años como un día’. En cuanto a Cronos, es el ‘tiempo humano’, por tanto medible en años, días, horas, minutos y segundos.
Cuando nos encontramos ante una verdad que nuestra mente no entiende, cuando nos enfrentamos a grandes cambios en nuestras vidas y que están fuera de nuestro control o cuando ocurren ciertos cambios bruscamente; decimos que el tiempo de Kairós trasciende el tiempo definido por el hombre.
En la mitología clásica, Cronos, señor del tiempo, era considerado cruel, tirano y dictador, pues controlaba el tiempo desde el nacimiento hasta la muerte. Él controlaba el tiempo del ser humano y las cosas que podían o no ser realizadas. De ahí el origen del cronómetro y de los medidores de tiempo de los hombres. El mito de Cronos está vinculado al envejecimiento y personifica el tiempo que todo lo devora.
Por otro lado, Kairós, era el dios del clima y de las estaciones, más joven y despreocupado con el tiempo cronológico. Su tiempo no pertenecía a Cronos porque no podía ser cronometrado o controlado. Era el tiempo que manifestaba de manera divina y no previsible. Por eso, según los griegos, solamente Kairós podía combatir a Cronos y vencerlo.
Nuestras vidas son pautadas en el concepto Cronos de tiempo lineal, que nos esclaviza y nos envejece hasta conducirnos hasta la muerte natural. Vemos días a día nuestra vida pasar frente a nuestros ojos. El tiempo de Cronos siempre es implacable y avanza hacia delante hacia un final.
Ya en Kairós vivimos un tiempo divino, momentos especiales e inolvidables. Momentos donde no percibimos el paso del tiempo. Las cosas solamente fluyen y tienen un significado atemporal. Tal vez el momento oportuno para hacer algo importante. Kairós nos permite vivir con más ligereza y libertad. En Kairós no existe pasado o futuro y podemos vivir en un intenso ahora.
‘En esta vida todo tiene su momento; hay un tiempo para todo: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora’. Eclesiastés 3:1