La rana verde de ojos rojos (Agalychnis callidryas), una especie de anuro © Carey James Balboa
Los anfibios (Amphibia) reciben ese nombre porque la mayoría de sus especies pasarán de una fase de la vida en el agua y la otra fase en la tierra (anfo = dos; bio = vida). Estos animales, aunque con particularidades típicas de cada grupo, tienen en común la piel permeable y húmeda, sin pelos o escamas externas. La piel, además de ser el principal lugar de intercambio de gases respiratorios, posee algunas glándulas que pueden ser útiles a la reproducción, otras, que mantienen la piel húmeda, y, todavía, hay algunas que ayudan en la defensa contra los depredadores.
El agua y los gases pasan a través de la piel de estos animales de forma facilitada debido a sus características que permiten, también, el transporte de sodio y la eliminación de urea por esta vía.
Todos los anfibios actuales son carnívoros y el tamaño de la cabeza es el factor determinante y limitante en cuanto al tamaño de la presa.
Los lisanfibios (Lissamphibia), o anfibios modernos, son representados por los linajes Anura (sapos y ranas), Urodela (salamandras) y Gymnophiona (cecilias). Cuatro patas bien desarrolladas es una característica relativa a la mayoría de los individuos, aunque las cecilias sean apodas, con cola corta. En cuanto a eso, las salamandras presentan largas colas y los anuros no las poseen.
La variedad de modos de reproducción y cuidado parental son también características notables en estos individuos cuya mayoría pone huevos, que pueden ser depositados en el suelo o en el agua y dan lugar a individuos que puedan tener desarrollo directo o indirecto. En este, la etapa larvaria donde todavía son larvas de anuros son llamados de renacuajos.
Los huevos también pueden ser cargados en la espalda, en sacos vocales o incluso en el estómago. El canto de anuncio, utilizado en rituales prenupciales, es característica peculiar de los anfibios anuros.