Infinito (del latín infinítu, símbolo: ∞) es un adjetivo que denota algo que no tiene principio ni fin, o no tiene límites, o que es innumerable. También es un nombre que representa lo que no tiene límites. Utilizado en sentido figurado puede significar Dios, el absoluto o el eterno.
Es un concepto utilizado en varios campos como las matemáticas, filosofía, cosmología y teología. Se representa con el símbolo ∞, y en las matemáticas son una noción casi numérica utilizada en las proposiciones. Se distingue entre infinito potencial e infinito actual.
El infinito puede verse desde muchas perspectivas. La intuición lo percibe como una especie de número superior a cualquier otro. Para algunas tribus primitivas es algo mayor que tres, representando ’muchos’, algo incontable; para un fotógrafo el infinito comienza a diez metros de la lente; para un cosmólogo puede no ser suficiente para contener el universo; para un filósofo es algo que tiene relación con la eternidad y la divinidad; pero es en la matemática que el concepto tiene sus raíces más profundas, siendo la disciplina que más contribuyó para su comprensión.
El infinito absoluto, a la par del infinito potencial, fue la otra forma de infinito tenida en cuenta por los pensadores durante milenios.
Aristóteles considera el infinito potencial, pero afirma no tener sentido pensar en su concretización como un todo completo, un infinito en acto. Se impone por tanto un límite del proceso de actuación, un fin último, una entelequia, usando el término que los griegos introducirían en el lenguaje de la filosofía.
Este concepto de infinito como absoluto entró en la doctrina filosófica cristiana. En el siglo XIII contiene muchos elementos de la Summa Theologica de Tomás Aquino, que, a su vez, absorbería la estructura filosófica de Aristóteles. El diseño del infinito aristotélico-tomista se mantuvo dominante desde la civilización grecolatina hasta la irrupción del renacimiento.
En el siglo XIX, Georg Cantor desafió a la perspectiva del infinito como algo que no puede ser manejado racionalmente y desarrolló su teoría de transfinitos. Esta teoría, aunque ha permitido aumentar la comprensión de lo infinito, tenía sus propios límites, por lo que Cantor fue llevado a concluir de la existencia de un infinito absoluto que consigue estar más allá de toda creación racional.
