Pocos son los padres que en épocas de frío no estén desesperados por la fiebre, tos y pérdidas repentinas de apetito de sus hijos. El invierno es una estación por excelencia para el florecimiento de infecciones respiratorias. Las dudas al respecto son numerosas:
Mi hijo está enfermo todo el tiempo. ¿No tendrá una enfermedad grave?
¿No hay nada que pueda tomar para no estar enfermo todo el tiempo?
¿Por qué el médico no receta un antibiótico?
Es normal que un niño, especialmente durante los primeros años de vida, tenga infecciones, especialmente de las vías respiratorias.
Al nacer, el sistema inmunitario del bebé es muy poco desarrollado – este apenas posee algunos factores protectores que pasaron, durante la gestación, a través de la placenta, de la sangre materna para la sangre del hijo. La inmunidad del bebé en estos primeros tiempos es también reforzada por la lactancia materna, pues vehicula varios factores protectores. A partir de los 6 meses de edad, el niño comienza a perder esta inmunidad. Actualmente es también en este momento que la mayoría de los niños inicia su educación preescolar, donde estarán expuestos a numerosos microorganismos. Con las defensas bajas y tan grade ataque, la enfermedad se hace inevitable. Pero, felizmente, en la mayoría de los casos estas complicaciones son benignas y autolimitadas. Sin embargo, requieren cuidados adicionales, noches perdidas y ausencias de los deberes cotidianos de un adulto.
También están las infecciones mismas que permitirán el desarrollo del sistema inmunológico del niño, haciéndolo más resistentes a las infecciones, por lo que, a medida que crece, se está convirtiendo en cada vez menos ‘enfermo’.
La mayoría de los padres no comprenden por qué el médico no receta pronto un antibiótico cuando se les presenta un niño con fiebre, pues a veces cuando el niño comienza a tomarlo se queda luego bien. Otras veces, el médico dice que inicialmente el niño no necesita para algunos días después extender la receta. ¿Por qué emite la receta días más tarde? ¿Será que los antibióticos hacen algún mal?
La importancia de ahorrar los antibióticos, es decir, de recetar antibióticos sólo cuando la causa de la enfermedad es bacteriana, se relaciona con el problema de las resistencias.
Algunas bacterias, con el uso repetido de un antibiótico, especialmente cuando no se efectúa en el horario indicado y cuando el tratamiento es in completo, desarrollan mecanismos que los vuelven más resistentes a estos medicamentos; así es, los medicamentos pierden su fuerza y dejan de combatirlas. Además, los antibióticos apenas enfrentan bacterias, no siendo eficaces contra los virus, los agentes causantes de la mayoría de las infecciones respiratorias.
Sucede muy a menudo que los padres utilizan varias veces la consulta del médico o acuden a servicios de urgencia altamente poblaos y presionan a los médicos a prescribir un antibiótico. Como estas infecciones víricas son autolimitadas, muchas veces resuelven concomitantemente con el inicio de la administración del antibiótico.
Por último, queremos recordar:
- Es ‘normal’ que un niño presente muchas infecciones respiratorias.
- La mayoría de las infecciones respiratorias son causadas por los virus.
Y pedir:
- No utilizar antibióticos sin prescripción.
- No presionar al médico para recetar antibióticos.
- No abandonar el tratamiento con antibióticos a la mitad.
- No olvidar de cumplir los horarios asignados para tomar la medicina.