Las hojas son órganos vegetales muy importantes para la planta, ya que son responsables del proceso de fotosíntesis. Las hojas ocupan una posición clave en la captación de gases y luz solar.
Las hojas son estructuras muy importantes para las verduras, ya que son responsables de llevar a cabo la fotosíntesis, el proceso que asegura la supervivencia de la planta. Podemos hallar en la naturaleza hojas con colores, tamaños y formas muy diferentes, lo que refleja las adaptaciones del vegetal a los diferentes tipos de ambiente. Las hojas más comunes presentan el limbo, que es la parte principal de la hoja; y el peciolo, que conecta el limbo a la rama.
Algunas hojas tienen limbo sin división alguna y por lo tanto se llaman hojas simples, mientras que otras hojas son compuestas, y su limbo está dividido en hojas más pequeñas llamadas foliolos.
Ciertas plantas tienen hojas especiales que se llaman brácteas y están presentes en las plantas cuyos pétalos son muy pequeños o incluso inexistentes. Otras plantas han modificado las hojas en forma de espina, como una forma de evitar la deshidratación. Hay hojas, como las de los pteridófitas, que se dividen en foliolos y abrigan los esporangios, responsables de su reproducción. Existen vegetales cuyas hojas poseen nutrientes esenciales que son muy importantes para la salud, y por ese motivo debemos consumirlos regularmente.
Al estar presente en todas las plantas, la hoja es una parte indispensable de la planta, ya que es a través de ella que la planta puede absorber la luz solar y el dióxido de carbono para el proceso de fotosíntesis.