En la medida en el Renacimiento rescata la cultura clásica grecorromana, los edificios fueron influenciados por las características antiguas, adaptadas a la nueva realidad de la época, es decir, la construcción de iglesias cristianas que adoptan las normas clásicas y la construcción de palacios y monasterios siguiendo sus mismas bases.
Arquitectura renacentista
Los arquitectos renacentistas dieron cuenta de que el origen de la arquitectura clásica estaba en la geometría euclidiana, que utiliza como la base de sus obras el cuadrado, aplicándose la perspectiva, con el fin de obtener una construcción armónica.
Aunque el arte tuvo una tendencia a la perspectiva racional y antropocéntrica, el arte siguió siendo puramente cristiano, aunque las nuevas iglesias adoptarían un nuevo estilo, caracterizado por la funcionalidad y, por tanto, la racionalidad, representada por el plano centralizado o la cruz griega.
Los palacios también fueron construidos de manera plana teniendo como base el cuadrado, un cuerpo sólido y normalmente con un patio central, cuadrangular, que tiene la función de hacer llegar la luz a las ventanas interiores.
Escultura renacentista
Se puede decir que la escultura es la forma de expresión artística que mejor representa el renacimiento en el sentido humanista. Haciendo uso de la perspectiva y la proporción geométrica, existen las figuras humanas, que hasta entonces habían sido relegadas a un segundo plano, acopladas a paredes o capiteles. En el renacimiento la escultura gana independencia y la obra colocada encima de una base puede ser apreciada de todos los ángulos.
Destacan dos elementos: la expresión corporal que garantiza el equilibrio, revelando una figura humana de músculos levemente torneados y de proporciones perfectas; y las expresiones de las figuras, reflejando sus sentimientos. Incluso contrariando la moral cristiana de la época, el desnudo vuelve a ser utilizado como parte del naturalismo.
En esta época encontramos varias obras que representan elementos mitológicos, como Baco de Miguel Ángel, así como el busto o las tumbas de los mecenas, los reyes y los papas.
Pintura renacentista
Dos grandes innovaciones marcan la pintura del Renacimiento:
- 1) El uso de la perspectiva, a través del cual los artistas pueden desempeñar en sus obras espacios reales sobre una superficie plana dando la noción de profundidad y de volumen, ayudados por el juego de colores que permiten destacar en la obra los elementos más importantes y oscurecer los elementos secundarios. La variación de colores fríos y calientes y el manejo de la luz permiten crear distancias y volúmenes que parecen ser una copia de la realidad.
- 2) El uso de la tinta al óleo, que posibilita a la pintura plasmarse en telas con una calidad y un detalle mayor, dando mayor énfasis a la realidad y sus detalles y mayor durabilidad y conservación a las obras.
En un período de creciente burguesía y el aprecio del hombre en un sentido individualista, surgen retratos o incluso las escenas familiares, que no eliminan la producción de carácter religioso, sobre todo en Italia. En los Países Bajos se destaca la reproducción del natural de rostros, paisajes, fauna y flora, con un cuidado y una precisión asombrosa para la técnica y materiales de la época. La imagen se transformó así en una ventana donde vemos una realidad creada a partir de las concepciones de sus más diversos artistas.
El espíritu renacentista estuvo marcado por elementos que remontan al pasado clásico, elementos religiosos y la gran sensualidad, destacando la perfección de las formas y la belleza del cuerpo.