Antes de la existencia del papel, el ser humano había utilizado una variedad de maneras de expresarse a través de la escritura. La difusión de la cultura y los conocimientos se transmitía entre generaciones a través de la oralidad. En cuanto a las primeras escrituras, objetos próximos y propios de cada región servían para ese propósito.
En la India, los primeros escritos se realizaban en hojas de palmeras. Los esquimales, por su parte, utilizaban huesos de ballena y dientes de foca. En China, escribían en las conchas y caparazones de tortuga. La civilización maya mantendrían sus libros sobre matemáticas, astronomía y medicina en cáscaras de árboles, denominadas ‘tonalamtl’.
Las materias primas más famosas y cercanas al papel serían el papiro y el pergamino. El papiro fue inventado por los egipcios que, a pesar de su fragilidad, miles de documentos sobrevivieron hasta nuestros días. En referencia al pergamino, estaba formado por un material más robusto, obtenido directamente de la piel de animal -generalmente carnero, becerro o cabra- y tenían un coste elevado.
Etimológicamente, el término ‘papel’ deriva del latín ‘papiro’, nombre dado a una planta de la familia Cepareas (Cyperua papyrus). La médula de los tallos se utilizaba como soporte de la escritura por los egipcios en el año 2400 a.C. Sin embargo, los chinos fueron los pioneros en fabricar el papel similar al actual, a partir de la fibra de bambú y seda.
El origen del papel en Oriente
La invención del papel hecho de fibras vegetales se atribuye a los chinos. El invento fue la obra del ministro de Agricultura de China, Tsai-Lun, en el año 123 a.C. La hoja de papel de la época sería hecha por la fibra de la Morus papyrifer o Broussonetia papurifera, Kodzu y de la hierba china Boehmeria, además del bambú.
Alrededor del año 610 d.C., los monjes coreanos Doncho y Hojo, enviados a China por el rey, difundieron el invento por Corea y también por Japón. Entre los prisioneros llegados de Samarkand (Ásia Central), existían algunas personas con los conocimientos para la fabricación del papel. El papel fabricado por ellos, más tarde, pasaría a ser hecho con restos de tejidos, haciendo caso omiso al resto de materiales fibrosos. Alrededor del año 795 d.C., se instaló en Bagdad (Turquía) una fábrica de papel. La industria floreció en la ciudad hasta el siglo XV. En Damasco (Siria), en el siglo X, además de objetos de arte, tejidos y tapetes, se fabricaba un tipo de papel especial exportado a Occidente.
Importación del papel a la Península Ibérica
La fabricación del papel se extendió rápidamente a las costas del norte de África, llegando a Europa a través de la península Ibérica, donde alrededor del año 1150 los árabes se habían asentado.
Los fabricantes de Xàtiva, en la Comunidad Valenciana, producían papel de algodón en el siglo XI. El material, que era frágil en su consistencia, revelaron un desarrollo obtenido a partir de algodón en bruto. Además de esta región, otra ciudad española que dominaría la producción de papel sería Toledo donde se fabricaría un papel con características propias.
Los árabes realizaron la importación del papel fabricado en España entre los siglos IX y X, pero el uso generalizado sólo ocurrió en el siglo XIII. En el siglo XIV, la industria se extiende a las regiones de Aragón y Cataluña, mientras que todavía se utiliza ampliamente el pergamino.
La aparición de la imprenta
Desde la invención de la imprenta, el aumento del consumo ha llevado a aumentar el número de fabricantes. Dado el demorado proceso de los copistas eclesiásticos, la necesidad de un invento como la imprenta no se haría esperar. La invención de la imprenta revolucionaría la difusión cultural en todo el mundo alcanzando nuevas castas sociales.
Varios países acordaron prohibir la exportación de trapos, sin la cual la industria papelera nacional no podía aumentar la producción para satisfacer el consumo cada vez mayor.
El papel en otros países europeos
En Alemania, se remonta a finales del siglo XII los primeros pasos en la producción de papel. Las ciudades pioneras fueron Kaufheuren en 1312, Nuremberg en 1319 y Augsburgo en 1320. Munich, Basilea y Leesdorf, implantaron también en el mismo siglo las fábricas, por lo general debido a la demanda asociada a la Iglesia y las Universidades.
En Francia, donde se había elaborado papel hecho a mano desde el año 1248, el molino aparece por primera vez en la ciudad de Troyes en 1350.
En Inglaterra, la producción industrial del papel sólo acontecería en 1460 en la ciudad de Steuenage y casi un siglo después, en el año 1558, en Dartford.
En Italia, ya se fabricaba papel desde el año 1200, en Fabriano, donde fue presentado por Pace. Todavía otros dicen que Bernardo fue el primer fabricante de Praga, mientras que otros sostienen que su pionero sería el maestro Polese.
A finales del siglo XVIII, la fabricación de papel era totalmente artesanal. Las fábricas de papel se localizaban en los talleres primitivos, y los papeles fueron hechos uno por uno, en cantidades muy pequeñas. La industria sólo aparece cuando se puede automatizar el proceso.
El hecho que ha dado un gran impulso a la fabricación de papel fue sin duda la invención de la imprenta y la Reforma, el gran renacimiento intelectual desarrollado en la época del Renacimiento. El factor que se ha seguido, a continuación, fue la máquina de fabricar papel continuo. Un trabajador francés, Robert Louis, ganó en 1799 la patente de una máquina que en 1800 fue vendida a Didot, el director de la fábrica de Saint-Leger, Juan Gamble.
Llegada del papel a las Américas
La primera fábrica de papel en los Estados Unidos fue establecida en 1690 por William Rittenhouse en Germantown, Pennsylvania, donde se proporcionó la materia prima esencial de la población (algodón y trapos de lino) y el agua era abundante. En 1800, hubo más de 180 fábricas de papel en los Estados Unidos, y los trapos de tela empezaron a escasear, derivando en un coste elevado.
El primer periódico de los Estados Unidos, el Boston Weekly Journal, elaborado en papel de pulpa de madera se imprimió en 1863, en Boston, Massachusetts.