Turquía fue durante mil años el fulcro del Imperio Bizantino y durante casi quinientos años el centro del Imperio Otomano, constituyendo actualmente el flanco sureste de la OTAN. Los turcos tienen fama de ser una raza guerrera y la violencia ha emergido en la política interna. Los militares se apoderaron tres veces del gobierno después de 1960. Cuando el ejército intervino en 1980, las acciones extremistas de políticos de derecha e izquierda fueron responsables de la muerte en promedio de 20 a 30 personas por día. Sólo en 1983 es que tres partidos fueron autorizados a disputar elecciones. Los primeros turcos vinieron de las estepas de Asia Central. Por Turquía pasaron persas, macedonios y romanos. Constantino, el Grande, trasladó a Bizancio (actual Estambul) la capital del Imperio Romano de Oriente, en 330 d. C., y cambió el nombre de la ciudad a Constantinopla. Cuando el Imperio Romano fue dividido, se mantuvo el nombre de Imperio Bizantino. Los Otomanos vendrían a conquistar el territorio en 1453.
Con el fin del Imperio Otomano y la Primera Guerra Mundial, los ejércitos turcos fueron derrotados; sin embargo, los nacionalistas, encabezados por el general Mustafa Kemal, rechazaron la paz propuesta a Turquía por favorecer a su antigua rival, Grecia. Crearon una asamblea nacional, depusieron al sultán y expulsaron a los griegos. Kemal asumió la presidencia de la república en 1923 y gobernó dictatoriamente el país hasta 1938, pero hasta 1946 Turquía tuvo un régimen de partido único. Tomó medidas para occidentalizar el país como la separación entre la Iglesia y el Estado y obligó a todos los individuos con menos de 40 años a aprender el nuevo alfabeto latino para la lengua turca. Turquía, en la Segunda Guerra Mundial, declaró la guerra a Alemania; más tarde, luchó junto a los estadounidenses en la guerra de Corea. Estados Unidos mantiene bases militares en Turquía. En 1974, tras un golpe de Estado en Chipre, que contó con el apoyo de los griegos, los turcos invadieron aquella isla con el pretexto de proteger a la minoría turca y continuaron ocupando la parte norte de la isla. Las relaciones entre Turquía y Grecia siguen siendo difíciles en estos días por varios litigios entre ellos la posesión de las riquezas minerales submarinas del mar Egeo.
Los gobiernos militares continúan a tutelar a los gobiernos civiles. Después del golpe de Estado de 1980, muchas personalidades fueron prohibidas de participar en la vida política del país, habiendo sido detenidas en calidad de presos políticos. En el intento de aproximación a los regímenes políticos vigentes en la Unión Europea, el Parlamento turco aprobó legislación que permite una mejora de la situación de los derechos humanos en el país, de la que se destaca la abolición de la pena de muerte en 2002.Turquía.