La Biblia es la referencia para la comprensión de la historia del pueblo hebreo. Según las escrituras, alrededor del año 1800 a.C., Abraham recibió una señal de Dios para abandonar el politeísmo y vivir en Canaán (actual Palestina). Isaac, hijo de Abraham, tiene un hijo llamado Jacob, quien lucha con un ángel de Dios y cambia su nombre para Israel.
Los doce hijos de Jacob dan lugar a las doce tribus que formaban el pueblo hebreo. Alrededor de 1700 a.C., los hebreos emigraron a Egipto, siendo esclavizados por los faraones durante unos 400 años. La liberación del pueblo judío se produjo alrededor del 1300 a.C. La huida de Egipto fue dirigida por Moisés. El profeta recibiría más tarde las tablas de los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí. Durante cuatro décadas quedarían vagando por el desierto, hasta que reciben una señal de Dios para volver a la tierra prometida, Canaán.
Jerusalén se transforma en un centro religioso por el rey David. Después del reinado de Salomón, hijo de David, las tribus se dividieron en dos reinos: el reino de Israel y el Reino de Judá. En este momento de la separación surge la creencia en la venida de un mesías que juntaría al pueblo de Israel y restauraría el poder de Dios sobre el mundo. En el 721 comienza la diáspora judaica con la invasión babilónica. El emperador de Babilonia, después de invadir el reino de Israel, destruyó el templo de Jerusalén y deporta gran parte de la población judaica.
En el siglo I, los romanos invadieron Palestina y destruyeron el templo de Jerusalén. En el siglo siguiente, destruyeron la ciudad de Jerusalén, haciendo la segunda diáspora judía. Después de estos episodios, los judíos se extendieron por todo el mundo, manteniendo la cultura y la religión. En 1948, el pueblo hebreo adquiere el carácter de unidad después de la creación del estado de Israel.
Historia de los persas
Los persas, importante pueblo de la antigüedad oriental, ocuparon la región de Persia (hoy Irán). Ellos se volcaron en el comercio, haciendo de este su principal fuente económica. Toda la política estaba dominada y llevada por el emperador, gobernante absoluto que mandó en todo y en todos. El rey era considerado un dios de esta manera y su poder era de derecho divino.
Ciro el Grande, fue el emperador más importante de los medos y los persas. Durante su reinado (560 a.C. – 529 a.C.), los persas conquistaron diversos territorios, a menudo a través de la guerra. En el 539 a.C., conquistaron Babilonia, tomando el territorio de Helesponto hasta las fronteras de la India.
La religión persa era dualista y tenía el nombre del zoroastrismo o masdeísmo, creada en honor de Zoroastro o Zaratustra, el profeta y líder espiritual creador de la religión.
Historia de los fenicios
La civilización fenicia se desarrolló en Fenicia, el territorio del actual Líbano. En economía, este pueblo se dedicó y tuvo mucho éxito en el comercio marítimo. Mantuvo contactos comerciales con varios grupos de la región oriental. Las ciudades fenicias que se desarrollaron en la antigüedad eran Biblos, Tiro y Sidón.
La religión fenicia era politeísta y antropomórfica (rasgos y cualidades humanas), y cada ciudad tenía su dios (baal, señor). Creían que a través del sacrificio de los animales y los seres humanos podían reducir la ira de los dioses. Por lo tanto, estos rituales eran practicados con bastante frecuencia, sobre todo antes de los momentos importantes.
