Alrededor de los años 500 y 400 a.C., la ciudad de Atenas, fundada hace más de 3.000 años, fue el lugar más próspero de la antigua Grecia. Poseyó un líder poderoso, Pericles. En esta etapa, la división jerárquica siguió el siguiente orden: nobles, libres y una gran cantidad de esclavos que realizaron trabajos como comerciantes, carpinteros y artesanía.
Historia y características sociales, políticas y económicas
Por ser una ciudad comercial y exitosa, Atenas despertaría la codicia de muchas ciudades griegas. Esparta se unió a otras ciudades griegas para atacar a Atenas. La Guerra del Peloponeso (431 al 404 a.C.) duró 27 años y Esparta salió victoriosa, tomando la capital griega para ellos mismos, que, por cierto, continuó muy rica culturalmente.
Algunos de los nombres más grandes en el mundo vivieron en esta región llena de escritores, pensadores y escultores, entre ellos están los autores de piezas de teatro Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes y también los grandes filósofos Platón y Sócrates.
Atenas se destacaría mucho por su preocupación con el desarrollo artístico y cultural de su pueblo, desarrollando una civilización de fuerte brillo intelectual. En la arquitectura, destacan los hermosos templos erigidos en homenaje a los dioses, principalmente la diosa Atenea, protectora de la ciudad.
La democracia ateniense privilegiaba apenas a sus ciudadanos (hombres libres, nacidos en Atenas y en mayoría de edad), con derecho a participar activamente en la Asamblea y también de hacer magistratura. En el caso de los extranjeros, éstos, además de no tener los mismos derechos, eran obligados al pago de impuestos y prestación de servicios militares.
En la actualidad, Atenas cuenta con más de 2,5 millones de habitantes y, aunque cuenta con numerosos edificios modernos, continúa con sus ruinas que remiten a los memorables tiempos de la antigüedad clásica. La ciudad es uno de los principales puntos turísticos en Europa.