El hidrógeno tiene propiedades únicas como su punto de fusión bajo (-259 °C) y ebullición (-253 °C), se puede presentar en las fases líquida, sólida y gaseosa. El hidrógeno en la forma de combustible se encuentra en la forma gaseosa.
La previsión es que el hidrógeno sea el combustible de las industrias del petróleo futuras, ya estudiando la adopción de ese elemento para generar energía eléctrica y como combustible vehicular. Las principales ventajas de este combustible son: fuente de energía renovable, inagotable y no contaminante.
¿Por qué el combustible de hidrógeno traerá beneficios para el hombre? Porque combate la contaminación, ya que este no contamina. Los vehículos movidos a hidrógeno no tendrán motor a combustión, serán eléctricos, lo que evitaría la contaminación del ambiente.
En su estado natural y en condiciones normales, el hidrógeno es un gas incoloro, inodoro, insípido, cuando es quemado con oxígeno puro, los únicos productos son calor y agua. Es con base en ese principio de que los productos de la combustión de hidrógeno son solamente agua y calor, es así que se caracterizó como el combustible del futuro: no emite dióxido de carbono, partículas contaminantes, óxidos de nitrógeno y azufre, que son las principales causa de la contaminación ambiental (lluvias ácidas, calentamiento global…).
El hidrógeno fue elegido para su uso como combustible en virtud de su capacidad de almacenar energía y a su bajo contenido molecular, y más, cuando es producido de fuentes y tecnologías renovables como hidráulica, solar o eólica, el hidrógeno se vuelve un combustible renovable. Lo mejor es que ese moderno combustible puede todavía ser producido a través de la gasificación del bagazo de la caña de azúcar o retirado de fuentes fósiles (gas natural, nafta).
Es así que se configuran los combustibles del futuro: no contaminantes y económicos.
