Hermanito y hermanita (Brüderchen und Schwesterchen) es un cuento de hadas alemán recopilado por los hermanos Grimm, en el primer volumen de los Cuentos para la infancia y el hogar ,publicado originalmente en 1812, siendo registrado bajo el número 11. Es colocado bajo sistema de clasificación de Aarne-Thompson bajo el número 450.
Historia
Un hermano y una hermana, cansados de ser maltratados por su madrastra, un día, deciden partir lejos de casa. Su madrastra, que también es una bruja, sabe del escape y lanza un hechizo sobre el bosque, donde se refugian los dos hermanos. Aunque el hermano siente sed, su hermana le impide beber, porque cuando se aproxima a una fuente de agua escucha el murmuro advirtiendo de que no debe beberse, para no transformarse en una fiera salvaje. Incapaz de controlar, el joven bebe de una fuente y es transformado en un ciervo. La hermana llora desconsolada. Después de mucho andar, ellos llegan a una casa donde pasaron a vivir, y por algún tiempo llevan una vida feliz.
En su nuevo hogar fueron creciendo, hasta que, un día, en las cercanías del bosque escuchan un ruido y a continuación los latidos de los perros, pues el rey está cazando. El ciervo dice a la hermana que desea salir para ir a ver, a lo que ella acepta con la condición de que sea por un corto periodo de tiempo y que al regresar anuncie: ‘Hermana, déjame entrar’.
Los cazadores lo persiguen por todo el bosque pero no logran capturarlo. Al día siguiente, los cazadores terminan hiriendo al ciervo. El ciervo se dirige al hogar cojeando y un cazador le escucha pidiendo a su hermana ayuda.
El cazador cuenta todo al rey, que ordenó que, al día siguiente, los cazadores regresaran para capturar al ciervo, pero sin herirlo, llevándolo para casa. Y así sucedió. Cuando el rey vio a la chica, él se enamoró de ella y le pidió casamiento. La hermana, todavía asustada, finalmente aceptó con la condición de que el ciervo pudiera vivir con ellos, en el castillo. El rey hizo su promesa y todos dejaron la casa juntos. Después del casamiento, ellos vivieron felices por muchos años hasta que la vieja madrastra supo que ellos estaban felices, en la corte del rey, y nuevamente decidió conspirar contra ellos. Ella fue para el castillo, usando ardiles, capturando a la reina que había dado a luz a un niño.
La bruja les lanzó un hechizo, a través de un humo en el baño, dejándola inconsciente, sin embargo, sonámbula para que amamantase al niño esa noche. Luego, con la magia, dio a su hija (fea y sin un ojo), la apariencia de la reina; sin embargo, no puede devolverle el ojo que le falta, teniendo que cubrir el lado tuerto. Cuando el rey volvió al castillo supo de la noticia de su hijo y quería estar inmediatamente con su bella reina, pero la bruja, disfrazada como sirviente, hizo lo posible para detenerlo. En aquella noche, el ama que dormía en el cuarto del bebé vio entrar a la verdadera reina que, sin decir nada, amamantó a su bebé, acarició el venado y salió. Y así sucedió por muchas noches, hasta que la reina habló, preguntando sobre el bebé y el ciervo, a continuación dijo que vendría solo dos noches más y no iría más. En la tercera noche, el ama contó todo al rey, que quedó despierto para ver con sus propios ojos. Cuando él la reconoció, rompió el hechizo y ella regresó a la vida. La bruja y su hija fueron condenadas a muerte, la vieja fue quemada en la hoguera y la hija lanzada a las fieras del bosque. Y el ciervo fue capaz de regresar a su forma humana.
