El primer año de vida es muy importante en el futuro del bebé, porque producen muchos cambios que debe permitir un perfecto desarrollo físico y psicológico, al mismo tiempo contribuir al desarrollo de buenos hábitos que muy probablemente seguirán a lo largo de su vida.
Toda la alimentación tiene como principal función la satisfacción de necesidades biológicas y fisiológicas de cualquier individuo. Por esta razón, es crucial que el bebé se alimente adecuadamente durante este período.
Hasta los 4 a 6 meses, la alimentación debe ser exclusivamente leche materna. Desde este momento, debe iniciarse la introducción de otros alimentos en la dieta del bebé.
El pasaje de una fuente de alimentación exclusivamente láctea para una alimentación diversificada debe cumplir con ciertos objetivos y respetar algunas normas.
Objetivos a cumplir en la alimentación diversificada
1) Cubrir las exigencias cualitativas y cuantitativas del bebe que, a partir del sexto mes, ya no son satisfechas por el uso exclusivo de la leche materna. Conforme va creciendo, aumentan las necesidades calóricas y nutricionales. Para promover su propio desarrollo, es necesario utilizar todos los alimentos naturales, que están a nuestra disposición, que permiten, con un volumen más bajo, satisfacer diversas necesidades. La introducción de nuevos alimentos debe hacerse gradualmente y siguiendo algunas reglas, en las cuales nos centraremos más adelante.
2) Ayudar en el desarrollo fisiológico de los órganos del tracto digestivo. Al nacer, la capacidad de digestión es reducida debido a la inmadurez de órganos. Una alimentación adecuada permitirá la evolución de los procesos digestivos para su pleno rendimiento.
3) Educar el paladar, estimular la masticación y la deglución y ofrecer diversidad de alimentos. El bebé que experimenta una gran diversidad de alimentos será un niño más tolerante a muchos tipos de platos. La masticación no es un mecanismo que sólo se produce cuando tiene los dientes. Por tanto, debemos permitir que el bebé pueda masticar, dándole alimento con cierta consistencia a fin de favorecer el desarrollo de la arcada dental, mandíbula y maxilar, impidiendo la aparición de dientes con problemas por falta de espacio.
4) Integrar progresivamente al niño en los hábitos alimentarios de la familia conforme a su desarrollo. Si a veces resulta más cómodo el uso de comidas ya preparadas industrialmente para bebes, lo cierto es que muchos alimentos dados por la naturaleza son mejores y también más económicos. De cualquier modo, hay siempre una u otra situación en que el uso de esos preparados facilita la vida a los padres – en estos casos, debe tener el cuidado de escoger aquellos que presenten menor cantidad de azúcar y de sal. La utilización de estos productos debe ser la excepción y no la regla.
Las normas que deben respetarse en la alimentación diversificada
Introducción de un alimento cada vez. Cuando le damos un alimento por primera vez, debe ser en pequeñas cantidades para asegurar su buena aceptación por parte del bebé, en términos de sabor y su cuerpo, en términos alérgicos. Cuando el bebé rechaza la comida, no debemos forzarle a ingerirla. Puede volver a probar algunos días más tarde.
Comenzar por las legumbres en lugar de la fruta. Las frutas son naturalmente más dulces que las verduras y este hecho puede dificultar la aceptación de estos si fueron introducidos después del bebé conocer el sabor más agradable de la fruta.
No agregar sal o azúcar a las comidas de los bebés. Esta es una regla que debe acompañar a la alimentación de cualquier persona y que si es respetada desde el inicio de la alimentación diversificada, el bebé no conocerá tan temprano estos sabores y así, más tarde, en su momento de curiosidad, los niños no tendrán tanta apetencia para ellos. Hay que recordar que el consumo de dulces es muchas veces causa de la falta de apetito.
¿Qué alimentos/comidas?
Verduras: se debe comer en puré y deben variarse tanto como sea posible tomando ventaja de los propios de la época. Cocer las verduras mejora la digestibilidad y el sabor. Una vez cocido puede añadir un poco de aceite.
Fruta: debe ser muy madura y ser dada en forma de puré, sin cáscara ni semillas. Si se opta por un zumo de frutas, debe prepararse en el momento de consumirse.
Cereales: los cereales para bebés pueden ser dados acompañados de la leche.
Carne, pescado y huevos: debe comenzarse por carne blanca (conejo, aves…), hígado, pescado de sabor suave (mero, caballa, faneca…) y, al principio, sólo la yema de huevo que puede unirse a las verduras. Estos alimentos deben ser bien cocidos, después de limpios de pieles, espinas, huesos y grasas aparentes. Si después de cocer queda grasa en la superficie debe retirarse.
Leche: mientras se pueda, la opción debe ser siempre la leche materna, pero si es necesario, se puede comenzar a sustituir por leche de vaca.
¿Cuántas comidas y a qué hora?
Durante el período exclusivamente lácteo maternal, de 6 a 7 veces con intervalos de 3 horas entre ellas y un intervalo nocturno de 6 horas. Con la alimentación diversificada pasar progresivamente a un régimen de 5 comidas, siendo dos de leche, con intervalos de 4 horas. El objetivo es que al poco tiempo el bebé comience a adaptarse al régimen de su familia, pudiendo a veces tener varios ajustes en los horarios de todos. Cabe señalar que todos estos horarios son referenciales y que, a pesar de las ventajas de crear buenos hábitos, no se debe ser inflexible.
Recuerde que el primer año de vida es de gran importancia en el establecimiento de hábitos que pueden quedarse para toda la vida. Para bien o para mal.