La Gran Muralla de China, también llamada la Gran Muralla, es una gigantesca construcción arquitectónica creada por la ingeniería china. Esta obra de la arquitectura oriental no se consolida en una sola vez, sino que tomó cerca de dos mil años para completarse. Durante ese tiempo, varias dinastías (secuencia de gobernantes, reyes, pertenecientes a una misma familia) dieron continuidad a la construcción.
La Gran Muralla China comenzó a ser construida en el año 220 a.C., a partir de las órdenes de Qin Shihuang, el emperador de China en ese momento. La misma se completó en el siglo XVI. El muro fue construido debido a la alta incidencia de las invasiones de los pueblos del norte de Mongolia y Manchuria. Este edificio tenía una defensa estratégica militar.
Cuando los europeos llegaron a China, se vieron sorprendidos por el nivel de desarrollo tecnológico de la civilización china, y aquello que más despertó su asombro sería la Muralla China.
La pared tiene aproximadamente 2 300 kilómetros de longitud, una altura media de 7,5 metros y unos 3,75 metros de ancho, estas características hacen de esta una de las más grandes obras hechas por el hombre. La Gran Muralla de China, que tuvo fines militares en el pasado, es hoy en día un símbolo de China y uno de los monumentos más famosos del mundo.
Se estima que durante la construcción del muro se utilizó mano de obra de aproximadamente 1 millón de personas, de este total, alrededor de 250 000 perdieron la vida durante el trabajo.
Hoy en día, la Gran Muralla es una de las Siete Maravillas del Mundo construida por el hombre, teniendo el reconocimiento internacional desde el año 2007.
