El principal carbohidrato existente en el torrente sanguíneo es la glucosa, su tasa de concentración considerada normal varía de 70 mg a 110 mg por 100 ml de sangre. Una persona que presenta problemas de hipoglucemia presenta una concentración de menos de 70 miligramos de glucosa por 100 ml de sangre. Cuando la persona es hiperglucémica, significa que tiene valores superiores a 110 mg de glucosa por cada 100 ml de sangre.
La glucosa tiene la fórmula química (C₆H₁₂O₆) y es vendida como sigue: soluciones acuosas al 5%, 25% y 50% y en la forma sólida (dextrosol). La más conocida y usada en hospitales su forma líquida (suero glucosado) al 5%.
Existen dos tipos de diabetes, la mellitus (DM) e insípida. El paciente que presenta hipoglucemia tiene diabetes insípida; ya el paciente con hiperglucemia tiene diabetes mellitus. Los síntomas de la hipoglucemia son temblores, sudor excesivo, cansancio, alteraciones del comportamiento, desmayos y hasta convulsiones.
Tipos de diabetes
Veamos la definición de cada forma de diabetes a continuación.
Diabetes mellitus: es el tipo más común y es causada por deficiencia de la insulina. El páncreas es un órgano presente en nuestros órganos encargados del metabolismo de la glucosa y la producción de la hormona insulina. El tratamiento se realiza mediante la administración de dosis de insulina en diabéticos. Ocurre entonces una disminución en la tasas de glucosa en sangre manteniéndolas a niveles normales. Ese tipo de diabetes puede tener consecuencias a lo largo del tiempo, como alteraciones neurológicas y circulatorias.
Diabetes insípida: se presenta debido a una disfunción de la glándula pituitaria y puede ser responsable por la disminución de la cantidad producida de la hormona antidiurética. El paciente que sufre de este tipo de diabetes pierde una cantidad excesiva de agua a través de la orina, lo cual puede conducir a la deshidratación.
