La energía obtenida por el proceso de fusión nuclear puede ser la solución a varios problemas enfrentados hoy en día. El principio básico de este proceso es la unión de dos átomos con el objetivo de obtener solamente uno. Todo ocurre en el reactor de fusión, los átomos de hidrógeno se agrupan para formar átomos de helio, neutrones y grandes cantidades de energía.
El control inherente a la liberación de energía de una reacción de fusión permite la producción de electricidad. Este medio constituye una fuente de energía inagotable y no contamina, como aquella generada por métodos convencionales – el helio no es contaminante.
La reacción de fusión es la que proporciona energía a las bombas de hidrógeno y para el sol (energía solar). Pero todavía tardará un tiempo para ella ser utilizada en la producción de energía eléctrica, a pesar de ya haber sido comprobada la posibilidad en la práctica. Todo porque el hombre todavía no consiguió encontrar una forma de controlar la fusión nuclear, como sucede con la fisión.
La Agencia Internacional de Energía o AIE (en inglés: International Energy Agency o IEA, y en francés: Agence Internationale de l’Energie) predice que el consumo global de energía en los próximos 40 años se duplicará. Actualmente el 80% del consumo es proporcionado por los combustibles fósiles, una situación que no es sostenible por los cambios atmosféricos graves que está causando y porque estos combustibles se esperan que se agoten en un futuro próximo (comenzando con el petróleo). Son por ello necesarias opciones energéticas alternativas de gran escala, siendo la fusión nuclear una de sus posibilidades.
Hay una buena oportunidad que está próxima de los científicos para conseguir desarrollar un proceso seguro para la obtención de la fusión nuclear, que es considerada ya la energía del futuro.
