Las fuentes de energía pueden ser fuentes primarias, si ocurren en la naturaleza, o fuentes secundarias, si son obtenidas a partir de otras fuentes de energía.

Las fuentes primarias de energía se pueden clasificar en renovables y no renovables.

Las fuentes de energía renovables son aquellas que están en continua renovación siendo, en teoría, inagotables a escala de vida humana.

Las fuentes de energía no renovables son aquellas cuyas reservas son limitadas y pueden llegar a agotarse en un plazo relativo, pues su proceso de formación es muy lento comparado con el ritmo de consumo que el ser humano hace de ellas.

La energía de un cuerpo se manifiesta de dos maneras fundamentales:

Energía cinética, que es la energía asociada con el movimiento;

Energía potencial, que es la energía almacenada y encontrada en condiciones de ser aprovechada.

ENERGÍA Y SOSTENIBILIDAD DEL PLANETA

Las fuentes de energía más utilizadas en todo el mundo son los combustibles fósiles (no renovable).

El crecimiento demográfico, la industrialización y el desarrollo económico y tecnológico han hecho que las necesidades de energía en todo el mundo sean cada vez mayores.

La dependencia, la escasez mundial de combustibles fósiles, los desequilibrios en la distribución de sus reservas y el consumo exacerbado en las distintas regiones del mundo han conducido a científicos y gobernantes a la búsqueda de nuevas fuentes de energía.

España, al igual que muchos otros países, tiene una gran dependencia energética del exterior ya que tiene que importar combustibles fósiles que necesitan para satisfacer sus necesidades energéticas.

España ha estado aumentando la producción de electricidad a partir de energías renovables, especialmente de la eólica, solar e hidráulica.