Después de la crisis de 1929, España estaba viviendo un paisaje político lleno de tensiones marcado por el desempeño de los sectores de la izquierda y la derecha. En 1931, un gobierno republicano se instaló con el fin de renovar las prácticas políticas españolas y proporcionar una solución a los problemas económicos que asolaron el país. En este contexto, los conservadores y los socialistas se alternaron en el poder demostrando la ausencia de un grupo político hegemónico.
Los comunistas dominaban el gobierno español hasta 1934, cuando los sectores de la derecha pudieron llegar al poder. Dos años más tarde, los liberales, republicanos, socialistas y comunistas formaron una coalición llamada Frente Popular que buscaba garantizar la democracia y las aspiraciones de los trabajadores, este grupo de izquierda fue capaz de volver al poder en España. Inmediatamente, los conservadores extremos en las fuerzas armadas pasaron a la instalación de una dictadura.
En 1936, los miembros del ejército español, como Gonzalo Queipo, Emilia Mola, José Sanjuro y Francisco Franco encabezaron un golpe de Estado. Para dar apoyo a la acción de golpe de estado, buscaron el apoyo de un grupo formado por ultraderechistas compuesto por conservadores llamados Falange. Sin embargo, el intento de tomar el poder fue impedido por la acción de las milicias de los trabajadores que no aceptaron el surgimiento de una dictadura en España.
Por el contrario, el dominio de los militares en las fuerzas armadas del país, estableció una polarización política que se inició con la llamada Guerra Civil española. Mientras que el ejército contaba con el apoyo de los monárquicos y fascistas intentando instalar la dictadura, los republicanos contaron con la participación de los socialistas, los trabajadores y las tropas internacionales de países como la Unión Soviética y Francia.
Teniendo en cuenta la posibilidad de un nuevo aumento de un régimen totalitario, los líderes de otros regímenes conservadores como Hitler, Benito Mussolini y Antonio Salazar cedieron tropas en favor del golpe militar. Por otra parte, los gobernantes como Hitler y Mussolini aprovecharon el conflicto para poner a prueba el potencial destructivo de gran arsenal militar que se había formado. En 1937, por ejemplo, las fuerzas alemanas estuvieron al mando de un ataque aéreo que destruyó la ciudad española de Guernica.
A principios de 1939, los militares lograron ganar la guerra civil y establecer un gobierno totalitario encabezado por Francisco Franco. Su régimen tomó un largo tiempo y sería eliminado sólo en 1975. Desde entonces, Franco ha demostrado el carácter y la personalidad de un gobierno totalitario y antidemocrático.
