La flor es el órgano reproductor de las plantas angiospermas. Flores que presentan órganos reproductores de ambos sexos, masculino y femenino, son denominadas de hermafroditas (o monoica). Ya las flores que disponen de órganos reproductores de apenas uno de los sexos, masculino o femenino, son llamadas de dioica.
Una flor hermafrodita está generalmente constituida por cuatro tipos de hojas modificadas, las espirales. Las espirales se insertan en algunas ramas especializadas, llamado receptáculo o tálamo de la flor. Los cuatro verticilos son el cáliz, formado por sépalos, la corola, compuesta de los pétalos, el androceo compuesto de estambres y el gineceo compuesto por carpelos.
Una flor que tiene los cuatro verticilos, es decir, cáliz, corola, androceo y gineceo, es una flor. Cuando falta uno de esos componentes la flor es llamada incompleta.
Cáliz, corola y perianto
Los sépalos son generalmente de color verde y se asemejan a las hojas. Son las partes más exteriores de la flor y su función es la de cubrir y proteger el brote de la flor antes de que se abra. El conjunto de los sépalos florales forman el cáliz. Los pétalos son generalmente de colores y de estructuras delicadas, situados en el interior de los sépalos. El conjunto de los pétalos forman la corola.
El grupo formado por los dos verticilos florales más externos, el cáliz y la corola, se llama perianto (del griego peri – en torno, y anthos – flor).