El estancamiento económico de mediados de 1970, junto con la carrera de armamentos, pone de relieve las deficiencias y distorsiones estructurales de la sociedad soviética y la necesidad de reformas urgentes. La Unión Soviética enfrenta crecientes dificultades para mantener su hegemonía en Europa del Este, retrocede en Asia, África y América Latina y naufraga en Afganistán.
Perestroika
El fin de la URSS vino marcado por la Perestroika, un movimiento general de desestalinización adoptado a partir de la ascensión al poder de Mijaíl Gorbachov a la secretaría general del PCUS (11 de marzo de 1985) y que al lado de la glasnost (transparencia), provocó reformas fundamentales en la vida soviética.
La perestroika, o reconstrucción económica, comienza en 1985, poco después de la instalación del gobierno de Gorbachov. Es un ambicioso proyecto de introducir mecanismos de mercado, la renovación de los derechos de propiedad privada y los distintos sectores y la reanudación del crecimiento. La perestroika pretende la reducción de los monopolios estatales, la descentralización de las decisiones empresariales y crear sectores comerciales, industriales y de servicios en las manos de propietarios privados o extranjeros.
El Estado continúa como principal propietario, pero la propiedad privada está permitida en las industrias secundarias que producen bienes de consumo, venta al por menor y servicios no esenciales. En la agricultura se permite arrendar tierras estatales y cooperativas por grupos familiares e individuos. La reanudación del crecimiento se proyecta a través de la conversión de las industrias militares en civiles, volcadas para la producción de bienes de consumo, y de inversión extranjera.
Glasnost
La glasnost, política de transparencia que tenía por objeto permitir una renovación de la vida pública, se puso en marcha junto con el anuncio de la perestroika y la considera esencial para cambiar la mentalidad, eliminar la burocracia y crear una voluntad política general para llevar a cabo las reformas.
El informe abarca el final de la persecución de disidentes políticos, marcado simbólicamente por el regreso del exilio del físico Abdrei Sakharov en 1986, e incluye las campañas contra la corrupción y la ineficiencia administrativa, realizadas a través de la intervención de los medios de comunicación y la participación creciente de la población.
Otros avances se dan en la libertad cultural, con la liberación de obras prohibidas, el permiso para la publicación de una nueva cosecha de obras críticas al régimen y la libertad de prensa, caracterizado por el número creciente de periódicos, emisoras de radio y televisión que dan paso a la crítica.