La filosofía se entiende como una de las contribuciones más importantes realizadas por la civilización griega. El tan afamado gusto que los griegos tenían por la sabiduría puede ser considerada como un elemento que influyó en la construcción de otros aspectos de la sociedad. Por lo tanto, se destaca cómo el establecimiento de un gobierno democrático dentro de esa civilización también puede ser visto como un dato importante en el desarrollo de la filosofía.
Antes de la llegada de la democracia, el sistema político griego fue controlado por los grandes terratenientes. El privilegio y el nacimiento fueron los criterios por los cuales se organizaron las instituciones políticas en manos de una minoría. Con el surgimiento del ideal democrático, esta minoría perdió su lugar a favor de la figura de un ciudadano capaz de discutir, tomar decisiones, criticar concepciones y defender perspectivas.
Toda esta capacidad requerida de este nuevo ciudadano se abrió el espacio para que los jóvenes se preparasen para el ejercicio de la ciudadanía. Fue en este período que surgieron los sofistas, un grupo de filósofos que criticaban sistemáticamente a los cosmólogos. Esta agrupación tenía la pesada preocupación de explicar racionalmente los orígenes del mundo, la personalidad del hombre y la ordenación de la naturaleza. En contrapartida, los sofistas ignoraban esas cuestione diciendo que el convencimiento de las ideas era lo que importaba.
Este diseño ofrecido por los sofistas ganó gran espacio en un régimen democrático, ya que las asambleas fueron dotadas por discusiones donde los ciudadanos decidían la aprobación de las leyes. Entre los principales maestros del sofismo se destacan Isócrates de Atenas, Protágoras de Abdera y Georgias de Leontini. Incluso logrando reunir diferentes seguidores, los sofistas sufrieron crítica sistemática de otros filósofos como Sócrates.
Según el filósofo griego, las ideas deberían contar con un proceso de reflexión profunda para que pudieran llegar a un criterio de verdad. Por lo tanto, Sócrates convocó a los ciudadanos de Atenas para conocerse a sí mismos. El poder de convencer por medio de las ideas mostró una brecha entre los convincentes discursos sofistas y el reflejo del pensamiento socrático.
De hecho, este tipo de situación desarrollado en la antigua Grecia nos muestra cómo la instalación de un régimen democrático y la discusión de ideas promovieron un paso interesante en el desarrollo de la filosofía. Más importante que saber cuál de estos pensadores estaba en lo cierto, debemos ver que la filosofía no nace de las ideas puras, sino que se desarrolla con la ayuda de otras instancias que promueven el debate filosófico.
