El pensamiento filosófico de Hume estuvo hondamente influenciado por las teorías de John Locke y George Berkeley. Al igual que este último, diferenciaba entre la razón y los sentidos. Pero Hume fue más allá e intentó probar que la razón y los procesos racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes sensaciones o experiencias.
Metafísica y epistemología
Hume dio un paso revolucionario en la historia de la filosofía occidental al rehusar la idea de causalidad, justificando que ‘la razón jamás podrá exhibirnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con circunstancias del pasado. Cuando la mente, por consiguiente, pasa de la idea o la impresión de un objeto, a la idea o convicción en otro, no se guía por la razón, sino por ciertos fundamentos que asocian juntas las ideas de esos objetos y los relaciona en la imaginación’.
El rechazo de la causalidad implica además un rechazo de las leyes científicas, que se basan en la premisa de que un suceso genera otro de manera necesaria y, como resulta predecible, siempre lo hará. Según la filosofía de Hume, por consiguiente, el conocimiento de los sucesos es imposible, aunque admitía que en la práctica las personas tienen que cavilar en términos de causar y efecto, y que deben asumir la validez de sus percepciones para no enloquecer. También admitía la oportunidad de conocimiento sobre las relaciones entre las ideas, como las relaciones entre los números en matemáticas. Su escéptico enfoque además negaba la vida de la ‘sustancia espiritual’ defendida por Berkeley y de la ‘sustancia material’ defendida por Locke. Yendo aún más lejos, Hume negaba la vida de una identidad del yo, justificando que como las personas no tienen una percepción perseverante de sí mismas como entidades diferentes, no son más que ‘una agrupación o colección de diferentes percepciones’.
Ética
En cuanto a la dimensión ética de su pensamiento, Hume creía que los conceptos del bien y el mal no son racionales, sino que surgen de una preocupación por la felicidad misma. El supremo bien moral, conforme su punto de vista, es la benevolencia, un interés generoso por el bienestar general de la comunidad que definía como la felicidad individual.
Historia y economía
Como historiador, Hume rompió con la convencional reseña cronológica de hazañas y sucesos de Estado, e intentó detallar las energías financieras e intelectuales que habían tenido relevancia en la historia de su país. Su Historia de Inglaterra se consideró un título clásico durante muchos años. Sus contribuciones a la teoría financiera, que influyeron en el filósofo y economista escocés Adam Smith y en otros economistas posteriores, incluyeron la teoría de que la riqueza depende no sólo del dinero sino además de las mercancías, así como el reconocimiento de los efectos que las circunstancias sociales tienen sobre la economía.