La fiebre tifoidea es una enfermedad causada por una bacteria llamada Salmonella enterica sorotipo Typhi.
Los síntomas de la fiebre tifoidea
Sus síntomas más comunes son malestar general, fiebre alta, falta de apetito, tos seca, diarrea o estreñimiento, dolores de cabeza, disminución de la frecuencia cardíaca, aumento del bazo y manchas rosadas sobre la piel en la región del tronco.
Transmisión
Su transmisión se produce por contacto directo con las heces, orina, vómito y las secreciones de la persona infectada. También se produce por la ingestión de alimentos o agua contaminados por los desechos humanos infectados con la bacteria mencionada.
Prevención
La mejor manera de prevenir contra esta enfermedad es la adopción de medidas preventivas, como el consumo de sólo agua filtrada o hervida, cuidado con la higiene personal, saneamiento, cuidado e higiene en la manipulación de alimentos y evitar el consumo de alimentos en las calles.
Tratamiento
Una vez que la bacteria entra en contacto con el cuerpo humano, la persona infectada debe recibir tratamiento médico. En casos más específicos, existe la necesidad de hospitalización para la hidratación y la administración de antibióticos. En ambos casos, es importante que la persona busque atención especializada, ya que sin el tratamiento adecuado, este trastorno puede conducir al óbito.