Cada vez más frecuente, la fiebre maculosa genera diversas dudas en cuanto a su contagio y síntomas y preocupación por ser una enfermedad grave con diversas complicaciones. La fiebre maculosa es causada por las pequeñas bacterías Rickettsia rickettsii (R. Rickettsii), siendo transportada específicamente por garrapatas.
Parasito responsable
Con la introducción del caballo por los colonizadores, la garrapata encontró un huésped ideal con poca inmunidad a la plaga y con buena tolerancia a las infestaciones. No existe noticia de la muerte de un caballo por el ataque de la garrapata. Hay muchas especies de garrapata pero la que provoca más problemas al ser humano es Amblyomma cajennense. El ciclo de vida de esta garrapata es exactamente un año. En la temporada de lluvias, las hembras adultas fecundadas caen al suelo y cada una de ellas pone cerca de 7.000 huevos que, al eclosionar, darán origen a nuevas garrapatas.
En la naturaleza encontramos animales salvajes como el tapir y el carpincho –animales preferidos por este tipo de garrapata– que son responsables de la propagación de la enfermedad en estos ambientes de vida silvestre.
Las garrapatas adultas pueden vivir hasta dos años en el suelo sin alimentarse, a la espera de huésped. En esa fase, raramente infestan al hombre. Al fijarse al animal, se alimentan y realizan la cópula. Enseguida, las hembras caen al suelo, completando así el ciclo de vida de la especie.
La lucha contra la garrapata Amblyomma cajennense se puede hacer tanto en el pasto como en los animales infectados. Pastos sucios son los medios ideales para la proliferación de las garrapatas, ya que los huevos encuentran sombra y protección. Una medida efectiva para evitarlos es el uso de venenos, rociando la hierba de la tierra una vez al año en la época de lluvias.
Fiebre maculosa
La garrapata Amblyomma cajennense es el vector de una enfermedad grave que ataca a los seres humanos: la fiebre maculosa. Causada por la bacteria Rickettsia rickettsii, mata a más de 80% de las personas afectadas por el mal si no se trata a tiempo. Su desarrollo tiene lugar en zonas tropicales.
Las bacterias atacan a las células que recubren los vasos sanguíneos del sistema circulatorio, causando trastornos graves de circulación en el organismo, especialmente el cerebro. Se transmite al hombre cuando una garrapata infectada se establece más de cuatro horas en la piel de la persona.
De 6 a 12 días más tarde, los síntomas comienzan a aparecer. En primer lugar, una fiebre alta que persiste aún con el uso de fármacos, así como dolores musculares, fatiga, dolor de cabeza y náuseas. Después de 3 días de fiebre, comienzan a aparecer pequeñas manchas rojas, especialmente en las manos y los pies, que se extienden por todo el cuerpo con el tiempo.
Si el tratamiento médico, que se realiza en base a los antibióticos, no comenzó hasta ese momento, el paciente tendrá dificultades para su recuperación. En este caso, la muerte puede ocurrir en menos de una semana después de la aparición de los síntomas. Los síntomas de la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas se confunden con los de muchas enfermedades como la gripe, la meningitis, el sarampión y la leptospirosis. Por lo tanto, para el diagnóstico correcto, es importante que el paciente informe al médico que pasó a través de un área infestada por garrapatas.