La segunda guerra se divide entre el triunfo del Eje y la reacción de los aliados.
El 01 de septiembre de 1939, Adolf Hitler anunció el inicio de acciones militares destinadas a la invasión de Polonia. Semejante proeza del estado nazi sirvió como detonante para que Francia e Inglaterra envió un ultimátum exigiendo que no se realizó dicha acción militar. A través del silencio de francés e inglés Hitler declaró la guerra contra los alemanes. A pesar del anuncio, ningún grande conflicto se desarrolló inmediatamente al proceso de invasión germánica en tierras polacas.
El estancamiento de este primer momento, también conocida como la guerra de broma (en francés drôle de guerre) se rompió cuando las fuerzas de Adolf Hitler emplearon varios ataque relámpago (conocidos como blitzkrieg) contra los Países Bajos, Noruega, Dinamarca y Bélgica. A través de la dominación de estos territorios, los alemanes abrieron el camino para la invasión de Francia. En junio de 1940, los alemanes avanzaron en la ciudad de París y así también dominaron este importante territorio europeo.
Reconociendo el avance significativo de los alemanes, el gobierno soviético propuso una división del mundo en esferas de influencia compartidas por los nazis y los socialistas. Sin embargo, la propuesta de Moscú fue claramente ignorada cuando las fuerzas de Hitler han avanzado en Europa Oriental, promoviendo la rendición de los griegos, rumanos, búlgaros, albaneses, yugoslavos y húngaros. Mientras tanto, los italianos apoyaron a Hitler en África del norte y los japoneses llegaron a Estados Unidos en la región de Pearl Harbor.
Poco antes de eso, los ingleses resistieron increíblemente a los ataques alemanes que sucedieron al proceso de invasión de Francia. Desde el punto de vista militar, una derrota británica podría significar el rápido dominio nazi por toda Europa Occidental. Sin embargo, gracias a los eficientes equipos de la Royal Air Force, los ingleses evitaron que ese terrible triunfo nazi ocurriese. La rápida y completa victoria de los alemanes había sido refrenada en aquel momento.
Cuando llegamos al año 1942, el triunfo del eje Roma-Berlin-Tokio determinó grandes pérdidas a los países aliados. Exaltados por estos resultados, los nazis decidieron invadir el vasto territorio soviético con el objetivo de ampliar su dominio en tierras orientales. Sin embargo, sin tener la debida preparación con respecto al extrema invierno siberiano, los alemanes perecieron terriblemente. En la batalla de Stalingrado, los alemanes tenían una importante derrota que inició la marcha soviética contra Alemania.
La posibilidad de golpear a las fuerzas del Eje alentó una nueva movilización de los aliados en la guerra. En 1943, las fuerzas angloamericanas lograron derribar soldados alemanes e italianos que conquistaron el norte de África. Antes, los japoneses se inclin ó por Estados Unidos con la derrota en la batalla de Midway. En la segunda mitad de 1943, los italianos fueron derrotados por nosotros las fuerzas y el gobierno de Benito Mussolini llegaron a su fin.
En junio de 1944, las tropas angloamericanas nuevamente se unieron para luchar contra a los alemanes. Esta vez, la misión fue volver a Francia a través de un ataque por sorpresa, llevado a cabo por Normandía. Conocido como el Día D, dicha acción militar era de crucial importancia para la derrota de los alemanes con pérdida absoluta de toda posibilidad de reacción. Desde aquella victoria, bastaba solamente presionar el territorio alemán con el uso de los frentes occidental y orienta de las fuerzas aliadas.
El día 07 de mayo de 1945, los alemanes oficiaban su rendición. En ese instante, basta apenas negociar con las autoridades japonesas la rendición de sus fuerzas que luchaban solas en el Océano Pacífico. SIn embargo, la negativa japonesa hizo que los Estados Unidos optasen por el lanzamiento de bombas atómicas contra el espacio japonés. De tal manera, la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin con el trágico episodio nuclear sucedido en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.