Según el diccionario, un fanático es alguien que sigue ciegamente a un partido o una doctrina. El término no está vinculado exclusivamente a las doctrinas políticas o religiosas, porque todo lo que lleva al individuo a la exageración es considerada como una forma de intolerancia.
Una persona puede ser demasiado fanática por amor a una persona, objeto, equipo de fútbol y otros temas. El error más común de las personas es designar de fanatismo a algo que es exclusivamente religioso o político. Muchas controversias surgen en relación con este tema, con el fin de que puedan dar lugar a situaciones incómodas. La mayoría de las veces el fanatismo puede causar que una persona llegue a cometer actos de locura en nombre de un ideal, un amor, o algo así.
El fanático es discriminado por tener un interés exagerado en lo que para muchos es insignificante, o tiene un significado más cauteloso. La gente debe permanecer alerta porque el fanatismo no se limita a la clase social, color o credulidad, todos están sujetos a ese sentimiento, es importante darse cuenta de que todo debe ser moderado ya que todo en exceso no es bueno.