Los científicos dependen de la realización de varios experimentos para probar sus teorías y leyes. Con este fin, los instrumentos utilizados para medir el volumen, temperatura, masa, entre otros, deben ser precisos y exactos, o al menos tanto como sea posible. Aunque parecen sinónimos, exactitud y precisión son términos distintos.
Veamos a qué se refiere cada uno de estos conceptos:
Precisión: indica cuánto las mediciones repetidas son cercanas una de la otra.
Visto que repiten varias veces los mismos experimentos, los científicos hacían una media ponderada de las medidas y, por eso, es muy importante que los valores sean bien próximos.
Si, por ejemplo, en tres mediciones a escala muestra las siguientes masas, 100 g, 105 g y g 95, esto significa que la escala no es exacta.
Pero el hecho de que los valores medidos sean próximos no significa que todo sea correcto, pues puede ocurrir, por ejemplo, de dejarnos un residuo sólido que no forma parte del experimento en la balanza. Así, a pesar de todos los valores de las masas salir próximos unos de otros, no corresponden al valor correcto y ese error puede traer resultados inexactos. Es ahí que entra la exactitud.
Exactitud: indica cuán cerca del valor real (el valor es generalmente aceptado como referencia), es el valor medido.
En el ejemplo anterior, en que se olvidó un residuo sólido sobre la balanza, los valores medidos estaban precisos pero no eran exactos, porque el valor de la masa media obtenida estaba distante del valor verdadero. La balanza puede, por ejemplo, ofrecer siempre una masa de 115 g, cuando en realidad el objeto pesa 100 g.
Para ilustrar la diferencia entre precisión y exactitud, veamos los dardos que fueron lanzados en los objetivos de debajo, siendo que en cada uno fueron lanzados tres dardos:
Analogía con dardos lanzados en blanco para entender la diferencia entre exactitud y precisión
En el primer ejemplo, el tirador fue exacto pero no preciso, porque a pesar de estar cerca del objetivo central, los dardos están distantes unos de otros. En el segundo, él fue preciso pero no fue exacto, porque los dardos están próximos unos de los otros, pero están distantes del punto central. El tercero está exacto y preciso, y, en el último, el tirador no fue preciso ni exacto.