Artistas del cinquecento
Los artistas de la posterior descendencia del Quattrocento fueron los señalados de aumentar el arte a su expresión más noble. Este periodo, que entiende el siglo XVI, se inició con Leonardo da Vinci en el momento en que regresó de Milán a Florencia en el año 1500. Allí, encontró al joven Miguel Ángel que realizaría la famosa escultura del David (1501-1504, Academia, Florencia). Esta emblemática obra pronto se transformó no únicamente en el símbolo de la ciudad de Florencia, sino igualmente en el del cinquecento. David como representación del poder y de la fuerza lo tiene todo, sin embargo Miguel Ángel lo eligió precisamente para exhibir su autocontrol en el momento antes del encuentro con Goliath, como Leonardo hizo con las figuras de los apóstoles en La última cena (1495-1497, Santa María, Milán) al tomar la elección del momento justo después en que Cristo comentó a los presentes que uno de ellos le delataría. A lo largo del cinquecento, los artistas pretendieron disminuir sus asuntos a la más pura esencia; las características secundarias, los detalles o las anécdotas captaban la atención del televidente para conducirle a la esencia real del tema.
Segunda generación de artistas del Renacimiento
En las últimas décadas, las innovaciones destacadas del arte renacentista —como el dominio de la perspectiva aérea y lineal, la relevancia del paisaje, la representación de la figura de modo individual y la rigurosa realización de la estructura— fueron consolidadas y superadas. En Florencia, artistas como Antonio del Pollaiuolo y Andrea del Verrocchio observaron la complejidad de la anatomía humana, estudiando de manera directa el cuerpo humano. Tanto escultores como pintores ponen especial énfasis en la musculatura, y así lo ejemplifica la obra de Pollaiuolo el Martirio de san Sebastián (1475, Londres, National Gallery). Pollaiuolo desarrolló igualmente dos destacadas sepulturas en bronce para dos papas: la sepultura de Sixto V (1484-1493) y la sepultura de Inocencio VIII (1493-1497), ambas en la basílica de San Pedro en Roma. Las preocupaciones de Pollaiuolo y de Verrocchio fueron después reunidas por el gran discípulo de este último Leonardo da Vinci, cuyas indagaciones científicas y artísticas se hallan entre las más destacadas del renacimiento. El polifacético Leonardo cultivó todas las artes así como otras materias.
Orígenes y características del arte islámico
Dos rasgos preponderantes del arte y la arquitectura islámicas, la relevancia de la ornamentación caligráfica y la estructura espacial de la mezquita, estuvieron íntimamente asociados a la doctrina islámica y se realizaron en los primeros tiempos de su religión.
Arte del renacimiento
Arte del renacimiento, estilo artístico que se manifiesta en pintura, escultura y arquitectura en toda Europa en torno a desde 1400 hasta 1600. Los dos aspectos fundamentales de este movimiento son la imitación de las formas clásicas, inicialmente desarrolladas en la antigüedad griega y romana, y el penetrante desasosiego por la vida profana que se manifiesta en un ascendente interés por el humanismo y la aseveración de los valores del individuo. El renacimiento se corresponde en la historia del arte con la era de los grandes hallazgos, impulsados especialmente por el anhelo de examinar todos los trazos de la naturaleza y del mundo.
Música del Renacimiento
Renacimiento (música), música que se desarrolló en Europa durante el periodo conocido como renacimiento, que en términos musicales ocupa, aproximadamente, desde el año 1430 hasta el 1600.
Nuevas teorías
En 1477, el teórico flamenco Johannes Tinctoris, autor del diccionario de música más antiguo que se conoce, ya comunicaba en su tratado Liber de arte contrapuncti el surgimiento de un nuevo arte de la música, cuya fuente y origen eran el compositor inglés John Dunstable y el francés Guillaume Dufay. Martin le Franc, en su poema Le champion des dames (1440-1442), igualmente hablaba de un nuevo estilo armónico asumido por Dufay y su coetáneo, Gilles Binchois, conforme el ejemplo de Dunstable, conocido como la contenance angloise (‘continencia inglesa’), que se distinguía por un uso más delicado de las consonancias y, por lo cual, por el uso moderada de las técnicas matemáticas peculiaridades de la música antigua en la alta edad media. Dunstable y Dufay ciertamente estallaron los procedimientos compositivos medievales —ambos escribieron motetes isorrítmicos— sin embargo lo hicieron a través de una nueva estructura musical definida por una equilibrio en tríadas, unos centros tonales articulados con claridad y con unos fines expresivos nuevos.
Muralismo
Muralismo, movimiento artístico de carácter indigenista, que nace tras la Revolución Mexicana de 1910 de conformidad con un programa dirigido a socializar el arte, y que niega la pintura convencional de caballete, así como cualquier otra obra proveniente de los círculos intelectuales. Propone la realización de obras monumentales para el pueblo en las que se retrata la realidad mexicana, los combates sociales y otros trazos de su historia. El muralismo mexicano fue uno de los fenómenos más decisivos de la plástica contemporánea iberoamericana y sus notorios protagonistas fueron Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. A partir de 1930 el movimiento se internacionalizó y se difundió a otros países de América.
Arte mestizo
Arte mestizo, concepto utilizado por algunos historiadores del arte desarrollado en la América hispana durante el periodo colonial, para denominar las obras en las que es incuestionable una representación local del arte europeo a partir de elementos decorativos o estructurales propios del mundo indígena.
A lo largo del siglo XX la historiografía del arte colonial ha manifestado un desasosiego perseverante por establecer el grado de extravaganza de esta realización artística, nacida a partir de los modelos europeos trasplantados a América tras la instauración española en el continente americano. Y para detectar esta extravaganza se han indicado varios puntos de partida. Uno de los más importantes ha sido la identificación de asuntos provenientes del repertorio iconográfico de las desemejantes culturas prehispánicas contemporáneas al momento de la conquista, incorporados a la ornamentación de obras propias de la cultura europea, en especial de carácter religioso, como iglesias y conventos. A estos asuntos se han añadido igualmente aquellos provenientes de la flora y la fauna americana. Los ejemplos se relacionan tanto con la cultura azteca en el área del virreinato de Nueva España como con las culturas preincaicas y la incaica en el virreinato del Perú.
Arte japonés a partir de 1867
En los años que siguieron a 1867, fecha de la subida al cetro del emperador Meiji Tenno, Japón regresó a ser irrumpido por formas de cultura nuevas provenientes del exterior.
Arte japonés del periodo Edo
El sogunado Tokugawa de la etapa Edo se hizo con el control definitivo del gobierno en 1603, comprometiéndose a dar al país paz y estabilidad financiera y política; en gran medida lo consiguió. El sogunado se mantuvo hasta 1867, en que se vio empujado a capitular al perder en las negociaciones y ante las presiones de las naciones occidentales para la apertura del país al comercio exterior. Una de las características preponderantes de la etapa Edo fue la política represiva del sogunado y los esfuerzos de los artistas por desbandarse de las medidas restrictivas, que llegaban a prevenir la entrada de los extranjeros y de su cultura, y a imponer severos códigos de conducta que afectaban a todos los trazos de la vida, como la elección de cónyuge y otras actividades.
Arte Fujiwara
En la fase Fujiwara de heian se difundió la secta de la Tierra Pura, que ofrecía una salvación sencilla a través de la fe en Amida (el Buda del paraíso occidental). No se precisaba nada más: ni templos, ni monasterios, ni rituales, ni clero. Paralelamente, entre la nobleza de Kioto se desarrollaba una sociedad refinada y concedida al cultivo de una estética refinado. Su mundo era tan seguro y tan bello que no podían concebir que el paraíso fuera muy diferente. El salón de Amida, que aglutinaba lo profano con lo religioso, cuenta con alguna imagen de Buda en el interior de una construcción que parece una mansión noble.
Arte heian primitivo
En el año 794 la capital del Japón se desplazó oficialmente a Heian-kyo (hoy Kioto), donde se mantuvo hasta 1868. El periodo Heian engloba desde el 794 hasta el 1185, año en que concluyó la Guerra Gempei. Desde ese momento el periodo se organiza en Heian primitivo y Heian ulterior, siendo básica el año 894, fecha de renuncia de las embajadas imperiales de China. El próximo periodo toma el nombre de Fujiwara (866-1160), a la sazón la familia más poderosa del país, cuyos miembros administraban como regentes del emperador.
Arte japonés
Arte japonés, agrupación de obras de arte desarrolladas en Japón desde la instalación en las regiones de los primeros habitantes (en torno al 10.000 a.C.) hasta la actualidad.
Históricamente Japón ha estado sujeto a repentinas invasiones de ideas nuevas provenientes del extranjero, seguidas por largos periodos de mínimo contacto con el mundo exterior. A lo largo del tiempo, los japoneses han desarrollado la habilidad de absorber, imitar y hacer suyos los elementos de culturas extranjeras que servían para complementar sus preferencias estéticas. Las expresiones artísticas más antiguas que se realizaron en Japón datan de los siglos VII y VIII y están conectadas con el budismo. En el siglo IX Japón comenzó a dejar la influencia china y a realizar formas de expresión propias. De manera gradual fue cobrando relevancia el arte profano, que continuó floreciendo, junto al religioso, hasta finales del siglo XV. A raíz del conflicto bélico de Onin (1467-1477) el país entró en una etapa de desorganización política, social y financiera que se prolongó durante casi un siglo. Bajo el mando de la dinastía Tokugawa (o periodo Edo, 1603-1867) disminuyó el protagonismo de la religión en la vida diaria y las artes que se cultivaron fueron básicamente las profanas.
Pintura india
En dos localidades se preservan restos de pinturas indias previos al año 100 de nuestra era. Los fantásticos murales de las cuevas de Ajanta cubren el periodo comprendido entre los años 200 a.C. y 650 d.C. Los más antiguos representan figuras indígenas de noble aspecto y fuerte sensualidad. Las pinturas de la cueva de Jogimara en Orissa pertenecen a dos periodos, al siglo I a.C. y a la etapa medieval, las iniciales de dibujo más vigoroso y mejor calidad que las segundas.
Arte chino en la dinastía Tang
La dinastía Tang (618-907) favoreció un gran desarrollo artístico, por lo que esta fase se conoce como la edad de oro de China. El país había sido consolidado, en primer lugar, durante el breve mando de la dinastía Sui (581-617) y, ya de manera más segura, por el joven monarca Taizong en el año 618. La estabilidad del gobierno y el bienestar financiero consecuente, favorecieron un florecimiento de todas las expresiones artísticas: pintura, cerámica, metalistería, música y poesía. Los budistas padecieron periodos de persecución durante la era Tang, sin embargo en el arte chino perduró la influencia de su religión.
De aquella fase se preservan en la actualidad las pagodas de piedra y las pinturas del monasterio de Dun-huang. En las provincias del norte se continuó practicando la escultura monumental en piedra, que demostraba una ascendente tendencia hacia las figuras corpulentas, repletas de sensualidad. Este interés por el volumen es la destacada característica de la escultura Tang, tanto religiosa como profana, que se aprecia en la piedra y en la cerámica. Son muy pocas las imágenes budistas de metal que se preservan de aquellos siglos, porque durante las fases de actividad antibudista se fundían para acuñar monedas.
1. Pintura
A pesar de que la pintura budista mantuvo su relevancia durante este periodo, la tradición paisajística sucedió a un primer plano. Se conoce el nombre de tres pintores, aunque de su obra sólo quedan algunas copias. Wang Wei, un solitario terrateniente, autor del paisaje monocromo, prefería los paisajes nevados. Sus obras sirvieron de modelo para otros pintores, y la intimidad y apacigua melancolía plasmadas en ellas fueron muy apreciadas por los artistas ulteriores. Contrastando con su estilo está el de Li Se-hiun y su hijo Li Chao-tao (activos hacia 651-730). Una copia desarrollada en el fase Song de la obra de este último Viajeros en la montaña (Museo del Palacio Nacional de Taipei, Taiwan) deja constancia del exilio de un monarca Tang. Como muchos paisajes de este periodo, está desarrollado en tonos verdes y azules brillantes, y presenta un impresionante ámbito con filas rocosas y frondosos árboles que le confieren un carácter monumental. Este estilo se encontraba muy distanciado de las composiciones más sencillas de pintores como Wang Wei.
En el fase Tang se perfeccionó la pintura de retratos iniciada en la era Han. Los emperadores encargaban retratos de sí mismos y de sus predecesores para las colecciones imperiales. En el Museo de Bellas Artes de Boston se conserva un ejemplo de esta tradición. Hablamos de una obra de Yen Li-pen, destacado artista Tang, en la que aparecen representados 13 emperadores desde la dinastía Han hasta la Sui. Igualmente se acostumbraba a ornamentar las cámaras funerarias con retratos de los difuntos y de los miembros de su familia.
2. Artes decorativas
La innovación es la característica destacado de la fase Tang en lo relativo a las artes decorativas. La influencia de comerciantes y artesanos provenientes de Oriente Próximo estimuló el surgimiento de nuevos estilos en metalistería y cerámica. Los frascos de viaje y los platos de plata y oro, con gran diversidad de maneras, traen a la memoria las tradiciones de Asia central. Los vistosos cacharros de loza, especialmente jarras y vasijas para beber, se parecían mucho a la orfebrería persa y se encontraban inspirados en modelos de metal. Es destacada la cerámica de esa fase pues gracias a una técnica elaborada en el sur de China fue posible guisar una sustancia blanca, de grano fino, que hoy se conoce como porcelana. Esta cerámica procede de una amalgama de caolín, cuarzo y feldespato molido que, una vez mezclada y moldeada al torno, se cuece en el horno a temperaturas altísimas que fluctúan entre los 1.250 ºC y 1.300 ºC. Si bien hasta después no se sacó partido de todas las posibilidades de la porcelana, sus orígenes en la dinastía Tang constituyen un destacado hito en este campo.
Arte chino en las dinastías Ch’in, Han y las Seis Dinastías
La dinastía Ch’in tuvo un destacado papel en la historia de China, pese a su brevedad (221-206 a.C.). El debilitamiento político del imperio Zhou oriental concluyó con la consolidación del poder del emperador Qin Shi Huangdi, del que procede el nombre de China. A su fallecimiento, este fuerte gobernante fue enterrado en la provincia noroccidental de Shanxi, en un túmulo funerario macizo, encontrado en 1974. En esta sepultura real han brotado más de 6.000 figuras de terracota (entre hombres y caballos) destinadas a resguardar la cripta. Representan uno de los regimientos del emperador, formado por oficiales perfectamente provistos, aurigas y arqueros, así como jóvenes militares de a pie. Este ejército de terracota se encontraba pintado con una holgada variedad de brillantes colores que el paso del tiempo se ha responsable de apagar. A pesar de que ya hacía tiempo que se habían abandonado los sacrificios humanos, propios de los enterramientos Shang, el anhelo de protección durante el viaje al más allá seguía siendo un destacada elemento en las prácticas funerarias.
Arte contemporáneo africano
Muchas de las llamadas artes convencionales de África están aún en pleno uso y vigencia. Como en todas las fases artísticas, coexisten actualmente en África destacadas innovaciones junto con significativos conservadurismos estilísticos. En años recientes, los progresos en los medios de comunicación experimentados en el continente africano han posibilitado la dispersión y divulgación a gran escala de las múltiples formas artísticas entre sus diferentes culturas. Hoy, por ejemplo, algunas máscaras de estilo nigeriano se están usando con asiduidad entre las poblaciones de Ghana y otras tribus de la costa de Guinea.
Fotografía artística
Los trabajos pioneros de Daguerre y de Talbot llevaron a dos tipos diferentes de fotografía. El daguerrotipo positivo, apreciado por su claridad y detalle, fue empleado en especial para retratos de familia como sustituto del mucho más caro retrato pintado. Después, el daguerrotipo fue suplantado en popularidad por la carte de visite, que utilizaba placas de cristal en lugar de láminas de hierro. Por otra parte, el procedimiento del calotipo de Talbot era menos necesario en los detalles, aunque tenía la ventaja de que producía un negativo del que se podían alcanzar el número de copias anheladas. A pesar de que el calotipo se asoció inicialmente a la fotografía paisajista, desde 1843 hasta 1848 esta técnica fue empleada por el pintor escocés David Octavius Hill y su colaborador fotográfico Robert Adamson para hacer retratos.
Arte maya
Arte maya, formas de expresión social, política e ideológica de uno de los pueblos más atrayentes de la América prehispánica. Sus expresiones engloban todas las técnicas y materiales imaginables y se despliega en el tiempo durante más de dos mil años.
El territorio que englobaron fue muy grande: el sur de México con la península de Yucatán, Guatemala, Belice y parte de Honduras y El Salvador. El periodo de mayor apogeo fue el clásico (300-900 d.C.), después sobrevino el denominado derrumbe maya de las tierras bajas de El Petén, el abandono de los centros más importantes y el resurgir de la civilización más al norte, en la península de Yucatán, durante el periodo posclásico (900-1500 d.C.). El arte maya hunde sus raíces en la cultura olmeca (1200-400 a.C.) y recibe ulteriores influencias de Teotihuacán y Tula. Nos encontramos, pues, ante un arte mesoamericano que interviene de sus mismos patrones y concepciones.
Cerámica, escultura y otras artes de Teotihuacán
En el Teotihuacán se desarrollaron diversas manifestaciones artísticas que se corresponden con tipos de arte muy ricos en detalles.
Arte mural
El arte mural se localiza en los muros de varios palacios ubicados en el perímetro urbano de la gran metrópoli. Ejemplifica muy bien la concepción sagrada de la ciudad. Las escenas están presididas por figuras de dioses o por sacerdotes ataviados con sus atributos. El más representado es el dios de la lluvia, Tláloc, protagonista de numerosas cultos conectadas con la tierra y la fertilidad. El Tlalocan, o paraíso del dios Tláloc, es el mural más conocido. Situado en la vecindad de Tepantitla nos muestra a quienes se hallan en ese paraíso gozando felices de los dones de la naturaleza. A mediados del siglo V, y coincidiendo con la expansión de la cultura teotihuacana a otros territorios, los murales se llenan de escenas y motivos militares, con guerreros armados con escudos, dardos y propulsores, jaguares y coyotes comiendo corazones humanos y desemejantes señales calendáricos asociados con registros dinásticos. Otros murales en Atetelco, Zacuala o Teopancaxco, arrojan información sobre otros dioses, sobre el almanaque, el comercio y las actividades guerreras.
Arquitectura de Teotihuacán
La arquitectura de Teotihuacán se encuentra estrechamente conectada con el urbanismo. La planificación urbanística de la ciudad no únicamente se encuentra en el centro, sino que toda ella responde a un reticulado muy exacto. Adicionalmente del eje destacado de la ciudad, que corre de norte a sur, la avenida Este (este-oeste) divide el centro en cuatro partes. La ciudad se despliega por 20 km2 y debió tener una población de 100.000 habitantes. Alcanzó su mayor apogeo en la etapa Xolalpan (450-650 d.C.) cuya superficie englobó 24 km2 arribando a tener 250.000 habitantes. Las grandes pirámides del Sol y la Luna, el templo del Quetzalpadrelotl y la Ciudadela son los elementos más característicos. La pirámide del Sol, que mide 64 m de altura, pesa en torno a un millón de toneladas y ocupa 45.225 m2. El carácter cortesano de las construcciones se revela con la gran relevancia que adquiere la voluntad de la Ciudadela. Hablamos de una grande plataforma de 400 m de largo que sustenta pirámides, templos y altares. Al fondo del patio destacado se levanta el palacio de Quetzalcóatl, una estructura de seis cuerpos con tablero-talud, que después se ornamentaría con imágenes de los dioses Quetzalcóatl (la Serpiente Emplumada) y Tláloc (dios de la lluvia) y con muchos elementos marinos y conchas.