¿Qué hacer para ayudar a aquellos cuya ansiedad ante los exámenes es un generador de fracaso? Esta cuestión no puede caer en el olvido una vez que la realización de pruebas es una gran fuente de ansiedad y sufrimiento para muchos estudiantes.
Para reducir la ansiedad en los exámenes es crucial tomar en consideración tres fases: la fase anterior a su logro, la prueba en sí y la fase post-test.
El período previo a la realización de la prueba es crítico para la reducción de la ansiedad. Si, durante el proceso de desarrollo de los niños, los adultos que le rodean están inculcándole el mensaje de lo que son capaces, ellos tendrán más confianza en sí mismos y desarrollarán expectativas positivas para afrontar fácilmente sus problemas. Este proceso implica que los educadores den progresivamente cada vez más autonomía al niño. Si existe siempre un adulto (padres, tutores) detrás para resolver todos los conflictos del niño, en particular con respecto a cuestiones académicas, este más difícilmente desarrollará la capacidad de superarse individualmente.
Otro factor que aparece a menudo asociado con la ansiedad en los exámenes es la no aplicación de técnicas de estudio apropiadas para disciplinas y a los dominios involucrados. Por esta razón, es crucial ayudar a los estudiantes a desarrollar estrategias en este campo, como la preparación de las pruebas de antemano, distribuyendo los materiales para los días anteriores a su ejecución. El día anterior debe ser sólo para revisión, mediante la lectura de lo subrayado, esquemas y resúmenes elaborados de las anteriores sesiones de estudio. Estudiar toda la materia el día antes de la prueba solo sirve para aumentar la fatiga y el nerviosismo y reducir la capacidad de pensamiento para responder con claridad. También es muy común la práctica entre los estudiantes de la última revisión a intervalos pequeños en el día del examen, debiendo por eso esta dejar de existir.
Generalmente los alumnos con ansiedad en las pruebas durante los periodos de evaluación presentan múltiples pensamientos negativos que bloquean su capacidad de respuesta. Pensamientos como: ‘La prueba me saldrá muy mal’; ‘Voy a suspender’; ‘La prueba saldrá bien a los demás, pero no a mí’, son frecuentes. Ayudar a los alumnos a identificar estos pensamientos negativos, parar de reflexionar sobre sus causas y ayudar a sustituirlos por otros más positivos es fundamental para el logro del éxito.
La mala gestión del tiempo es otro factor que afecta al buen desempeño de las pruebas y que puede generar ansiedad. Para evitar que esto suceda, es imperativo sensibilizar a los estudiantes sobre la importancia de leer todo el enunciado en el inicio y distribuir el tiempo disponible por las diferentes cuestiones en función del grado de dificultad.
En el período posterior a la prueba, es esencial la comprensión de los resultados obtenidos. Los pobres resultados se interpretan a menudo como sinónimo de fracaso. Este tipo de interpretación sólo contribuye a la baja autoestima, llevando a la desinversión. Para evitar que esto suceda es esencial analizar las razones del fracaso y convertirlo en una oportunidad de aprendizaje y autoconocimiento.
Los estudios han demostrado que para reducir la ansiedad es muy importante el entrenamiento de habilidades en varias áreas donde el estudiante no es muy eficaz, particularmente el estudio de competencias de estudio y de preparación y ejecución eficaz de las pruebas.
