Esfinge, en la mitología griega, monstruo con cabeza y pechos de mujer, cuerpo de león y alas de ave. Postrada en una roca, abordaba a todos los que iban a entrar a la ciudad de Tebas planteándoles el siguiente entresijo: ‘¿Qué es lo que tiene cuatro pies por la mañana, dos a mediodía y tres por la noche?’. Si los visitantes no resolvían el entresijo, ella los mataba. Cuando el héroe Edipo lo resolvió respondiendo: ‘El hombre, que gatea al poco de nacer, camina sobre dos piernas en el momento en que es adulto y anda con la ayuda de un bastón en el momento en que llega a la vejez’, Esfinge se suicidó. Por haberlos librado de este monstruo espantoso, los tebanos convirtieron a Edipo en su monarca.
En el antiguo Egipto, las esfinges eran estatuas que representaban a divinidades, con el cuerpo de león y la cabeza de algún otro animal o humana, asiduamente una imitación del monarca. La más famosa de las esfinges egipcias es la Gran Esfinge de Gizeh, cerca de las pirámides. Data del año 2500 a.C. y mide unos 20 m de altura y alrededor de 73 m de largo.