Epistemología (del griego, episteme, ‘conocimiento’; logos, ‘teoría’), rama de la filosofía que aborda los conflictos filosóficos que cercan a la denominada teoría del conocimiento. La epistemología se ocupa de la definición del conocer y de los conceptos asociados, de las fuentes, de los criterios, de los tipos de conocimiento posible y del grado con el que cada uno resulta cierto; así como de la relación exacta entre el que conoce y el objeto conocido.
Epistemología griega y medieval
A lo largo del siglo V a.C., los sofistas griegos se preguntaron sobre la posibilidad de que hubiera un conocimiento fiable y objetivo. Por este motivo, uno de los mayores sofistas, Gorgias, aseguró que nada puede existir en realidad, que si algo se conserva no se puede conocer, y que si su conocimiento fuera posible, no se podría comunicar. Otro relevante sofista, Protágoras, mantuvo que ninguna opinión de una persona es más correcta que la de otra, porque cada individuo es el exclusivo juez de su propia experiencia. Platón, siguiendo a su ilustre maestro Sócrates, intentó contestar a los sofistas dando por sentado la vida de un mundo de formas o ideas, invariables e invisibles, sobre las que es posible recibir un conocimiento preciso y fiable. En el célebre mito de la caverna, que aparece en uno de sus destacados coloquios, La República, Platón sostiene que las cosas que uno ve y siente son sombras, copias imperfectas de las formas puras que estudia la filosofía. Por tanto, sólo el razonamiento filosófico abstracto suministra un conocimiento verdadero, mientras que la percepción parte impresiones vagas e indurables. Concluyó que la observación filosófica del mundo de las ideas es el fin más elevado de la vida humana.
Aristóteles continuó a Platón al considerar que el conocimiento abstracto es superior a cualquier otro, sin embargo discordó en cuanto al método apropiado para conseguirlo. Aristóteles conservaba que casi todo el conocimiento se deriva de la experiencia. El conocimiento se recibe ya sea por vía directa, con la abstracción de los rasgos que constriñen a una especie, o de manera indirecta, deduciendo nuevos datos de aquellos ya sabidos, de pacto con las normas de la lógica. La observación cuidadosa y la adhesión estricta a las normas de la lógica, que por primera vez fueron expuestas de manera sistemática por Aristóteles, posibilitarían superar las trampas teóricas que los sofistas habían expuesto. Las escuelas del estoicismo y del epicureísmo concordaron en que el conocimiento surge de la percepción sin embargo, al contrario que Aristóteles y Platón, conservaban que la filosofía debía ser identificada como una guía práctica para la vida y no como un fin en sí misma.
Después de varios siglos de declive del interés por el conocimiento racional y científico, Santo Tomás de Aquino (máximo representante del escolasticismo) y otros filósofos de la Edad Media cooperaron para reponer la confianza en la razón y la experiencia, combinando los métodos racionales y la fe en un método unificado de convicciones. Tomás de Aquino concordó con Aristóteles en tomar la percepción como el punto de partida y la lógica como el procedimiento intelectual para llegar a un conocimiento fiable de la naturaleza, sin embargo estimó que la fe en la autoridad de la Biblia era la destacada fuente de la convicción religiosa.