Muchos tipos de hongos al establecerse en el cuerpo humano pueden causar enfermedades. La mayoría de estos hongos buscan lugares calientes y húmedos para desarrollarse en el interior del organismo. Estos hongos suelen afectar la piel, el cuero cabelludo y las uñas.
Principales enfermedades causadas por hongos
- Tinea de cuerpo: la Tinea corporis es una micosis superficial de la piel caracterizada por la presencia de manchas redondeadas con presencia picazón. Es causado por hongos dermatofitos de los géneros Microsporum
- Tinea de cabeza: es una micosis superficial que se desarrolla en el cuero cabelludo, formando lagunas en el cabello. Contagioso, es muy común en los niños.
- Tinea de la ingle: micosis superficial que causa mucha comezón. Llega a las piernas y la ingle.
- Pitiriasis versicolor: micosis superficial que afecta principalmente a las zonas con gran oleosidad. Se forman manchas blancas con signos de descamación.
- Candidiasis: enfermedad fúngica que puede afectar tanto a la piel como a las membranas mucosas. Dependiendo de la región afectada se puede clasificar como candidiasis oral, intertrigo, vaginal, onicomicosis o paroniquia.
- Histoplasmosis: infección por hongos.
- Onimicosis o Tinea unguium (micosis de las uñas): infección por hongos que afecta a las uñas.
Cómo evitar enfermedades provocadas por hongos
En general, para prevenir la aparición de enfermedades fúngicas, se deben seguir algunos procedimientos básicos:
- Limpiar todas las partes del cuerpo fuera de la bañera.
- Llevar ropa fresca y limpia y especialmente durante las altas temperaturas.
- No caminar descalzo en lugares húmedos y de alto tránsito (vestuarios, saunas, etc. ).
- No compartir herramientas de manicura.
- Evitar usar calcetines de tejidos sintéticos. El algodón es el más recomendable.
- Evitar el contacto físico con las personas que tienen enfermedades de la piel (muchas tiñas son contagiosas).
En caso de sospecha, buscar rápidamente un médico dermatólogo o médico general. Identificar rápidamente y tratar estas enfermedades es fundamental para que no aumenten en intensidad y puedan extenderse por todo el cuerpo.