Tseu-Hi (Tz’u-Hsi) nació en 1835 y murió en 1908. Fue emperatriz y, aunque no oficialmente, gobernante de China. Su poder se considera superior a la emperatriz Wu Zetian. Era una líder ambiciosa y conservadora. Opuesta a la influencia extranjera, favoreció la rebelión de los Boxers en 1900.
Su administración se caracterizó por una importante crisis interna. Se enfrentó a la Segunda Guerra del Opio y sufrió la Rebelión Taiping en uno de los conflictos más sangrientos de la historia. Sentía un gran odio por la cultura occidental, oponiéndose a cualquier intento de reformas políticas y culturales. Irónicamente, al final de su vida, cambió de opinión, defendiendo de la modernización de China.
Antecedentes
Tseu-Hi, también conocida como la emperatriz Dowager Cixi, era una mujer poderosa y carismática que permaneció en el poder durante 47 años en la Dinastía Qing.
Ella fue una de las concubinas de estado inferior del emperador Xianfeng. En 1856, dio a luz a quien sería su único hijo, el emperador Tongzhi. Cuando el niño tenía seis años su padre murió y él se convirtió en emperador. Unos meses después, un golpe de estado llevaría a Cixi a asumir las funciones del poder. Su gobierno intentó en un principio combatir la corrupción endémica en el país, pero se caracterizó por la ocurrencia de grandes levantamientos populares que arrasaron gran parte de las provincias del norte y el sur con gran brutalidad.
La represiva rebelión de los Boxers (1900-1901) contó con el estímulo oficial de la emperatriz y de funcionarios del gobierno, en apoyo a una sociedad secreta de practicantes de artes marciales que luchaban por expulsar a todos los extranjeros del territorio chino. El incidente concluyó con la intervención de una fuerza militar exterior que ocupó y saqueó Pekín, provocando grandes bajas entre la población oriunda. Se calcula que cerca de 12 millones de personas terminaron muertas durante su dinastía.
