Sea por ritos tribales o la moda de una época, el tatuaje es un estilo de dibujo marcado en la piel utilizado como una forma de expresión personal o colectiva. Pero cuando una persona se arrepiente del tatuaje hecho, ella puede atravesar un largo proceso dermatológico para su eliminación.
En la mayoría de los casos, la eliminación de tatuajes permanentes puede ser doloroso, costoso, y todavía así dejar manchas en la piel. Según los expertos, es más fácil de eliminar un tatuaje de color negro; los más claros, como los de pigmento amarillo, resultan casi imposibles de eliminar.
Los dermatólogos advierten que, dependiendo del color del tatuaje, el color de la tinta usada puede infiltrarse más profundamente en la piel. Tras un tratamiento de eliminación la piel puede terminar con manchas blancas. Las sesiones de eliminación son hechas con el uso de laser específico y son aplicadas por los dermatólogos.
El láser sólo puede eliminar la pigmentación de la piel. Además del láser, hay otros métodos de eliminación. Cuando el diseño del tatuaje es pequeño, los médicos aconsejan la realización de la cirugía debido a que los métodos quirúrgicos son capaces de eliminar el tatuaje por medio de cortes superficiales.
También hay métodos dermobrasión y la fototermólisis selectiva. La dermobrasión se refiere al lijamiento del área teñida con un motor de rotación. La fototermólisis es la aplicación de laser en pigmentos coloridos en la piel. El láser es indicado para cualquier persona que tenga un tatuaje no deseado.
Durante mucho tiempo, los tatuajes eran vistos como un arte de las tribus salvajes, tribus y guetos culturales de rebelión, sin embargo, sobre todo a partir de la década de 1990, el tatuaje se ha convertido en una moda presente para las personas de diferentes edades. Uno de los tatuajes que más casos de eliminación requiere es aquel realizado como demostración de actitud y de declaración de amor cuando el compañero se inscribe el nombre de la persona amada en partes de su cuerpo. Pero, cuando la relación amorosa termina, termina por convertirse en un objeto indeseado incrustado en la piel.