Elena Ivanovna Diakonova, también conocida como Gala, fue la principal musa del pintor surrealista Salvador Dalí. Nacida en 1894 en Kazán, Rusia, recibió una educación privilegiada en el instituto femenino M. G. Brukhonenko, después del estímulo de su padrastro. Recibió altas calificaciones, lo que garantizó la posibilidad de convertirse en profesora.
Los problemas de salud causados por la tuberculosis la llevaron a ser internada en Suiza para el tratamiento. Durante el tratamiento conoció a Eugène Grindel, o Paul Éluard, quien más tarde adoptaría el nombre de Paul Eluard, que lo haría conocido como uno de los principales poetas del surrealismo. Gala se casó con Eluard en 1917 y, al año siguiente, nació la única hija de la pareja, Celine. Junto a su marido, Gala se relacionó con el círculo de artistas del surrealismo, en torno de la revista Littérature: André Breton, Philippe Soupault y Louis Aragon. Entre 1922 y 1924, la pareja se aproximó al artista alemán Max Ernst, con quien Gala pasaría a tener una relación. De ese contacto entre ambos, Ernst pintó diversos cuadros teniendo a la rusa como musa.
En 1929, Gala conoció a Salvador Dalí, después de este viaje a París para asistir a la presentación de la película Un perro andaluz z (en francés Un chien andalou) con un metraje de 29 minutos de duración. En esta cinta participó en la producción junto a Luis Buñuel. A partir de ese momento, Dalí se apasionó por Gala, creando un lazo que sería mantenido hasta la muerte de la musa. Gala inspiró a Dalí en numerosas obras, además de ser objeto de numerosos apodos románticos dados por el pintor. El artista definía a Gala, entre otras formas, como ‘el documento histórico que prueba irrefutablemente mi tesis cuando estaba en proceso de elaboración’, o incluso como ‘la fotografía de una pintura desconocida destinada a revelar un nuevo enigma estético’.
Después de vivir durante años juntos, terminaron casándose en 1959. Diez años más tarde, Dalí compró a Gala el Castillo de Púbol, en el Bajo Ampurdán, que decoró en su homenaje. En ese mismo lugar, Gala pasó a vivir, siendo que Dalí solo entraba al lugar con el permiso de la esposa. Fue también en el castillo en que Gala murió y sería enterrada en 1982. Después de ese suceso, Dalí pasaría vivir en aquel lugar hasta que un incendio lo destruyó.
Gala sirvió de musa a Dalí en numerosas pinturas y libros, haciéndose explícito en trabajos como Les Vins de Gala y Les dîners de Gala, volviéndose así en la principal inspiración del artista catalán.