Tsunami conforma una serie de ondas gigantes, que se forman a través de movimientos sísmicos y también son conocidos como maremotos. Los tsunamis tienen un enorme poder destructivo, pues ganan fuerza al llegar a la región costera, formando olas de más de 30 metros de altura.
Tsunami es una palabra de origen japonés, donde ‘tsu’ significa puerto y ‘nami’ ola, por lo tanto, su significado literal sería ola de puerto. Los tsunamis se producen en el fondo del mar o cerca del océano y acaban generando una perturbación en el agua. Las ondas del tsunami viajan a lo largo del océano, y en alto mar son prácticamente imperceptibles, aunque cuando ellas se acercan a la tierra, provocan fricción con el fondo, haciendo que el tamaño de la onda aumente de nivel y destruya todo lo que se encuentra a su alrededor. El tsunami también puede ser desencadenado por actividades volcánicas, aunque poseen menos poder que los del mar.
Es muy difícil predecir dónde se puede producir un tsunami. Algunos países con mayor incidencia y riesgo de tener un centro de alerta, pero no siempre es posible estar seguro del momento en que se registra el evento. Los países que se encuentran en las regiones costeras, como Filipinas, Indonesia, Japón, Fiji y los Estados Unidos, especialmente, en Hawái, tienen una historia de episodios de olas de tsunami y por lo general no afectan a un solo lugar, sino que se mueven según las corrientes marítimas y ahí todos los países permanecen en estado de alerta. Para facilitar la predicción, es posible usar sensores submarinos, telemetría por radio y por satélite y boyas en la superficie para intentar medir el comportamiento de las ondas y su tamaño.
Por lo general, unos diez minutos antes de que un tsunami alcance la costa, el mar se retira, y dependiendo si fuese mucho o poco, indica la potencia de las ondas que van a desarrollarse. Inicialmente las ondas son largas y bajas, difícilmente mayor que 0,3 a 0,6 metros y su energía puede disminuir o hasta desaparecer, al recorrer millares de kilómetros.
Los tsunamis ya hicieron centenas de víctimas por el mundo, devastaron ciudades enteras e incluso con la tecnología, ningún país estaba totalmente preparado para ayudar a la población cuando el fenómeno sucedía.
