El traje nuevo del emperador es un cuento de hadas del autor danés Hans Christian Andersen y fue publicado por primera vez en 1837.
Historia
Un bandido, haciéndose pasar por un sastre de tierras distantes, dice a un determinado rey que podría hacer una ropa muy bonita y costosa, pero que apenas las personas astutas e inteligentes podrían verla. El rey, muy vanidoso, aceptó la propuesta y pidió que elaborase el atuendo para él.
El bandido recibió baúles llenos de riquezas, rollos de línea de oro, seda y otros materiales extraños y exóticos escogidos por él para la preparación de las ropas. Él guardó todos los tesoros y se quedó en su telar, fingiendo tejer hilos invisibles, que todas las personas alegaban ver para no parecer estúpidas.
Hasta que un día, el rey se cansó de esperar, y él y sus ministros querían ver el progreso del supuesto costurero. Cuando el falso artesano mostró la mesa de trabajo vacía, el rey exclamó: ‘¡Qué hermosos vestidos. Hiciste un trabajo magnífico!’ , aunque no viese nada más allá de una simple mesa, pues decir que nada veía sería admitir frente a sus súbditos que no tenía la capacidad necesaria para ser rey.
Los nobles alrededor soltaron falsos suspiros de admiración por el trabajo del bandido, ninguno de ellos quería que lo considerasen incompetente o incapaz. El bandido garantizó que las ropas luego estarían completas y el rey resolvió marcar una gran parada en la ciudad para que él exhibiera los vestidos especiales. La única persona en desenmascarar la farsa fue un niño: ‘El rey está desnudo’. El grito fue absorbido por todos, el rey se encoge, sospechando que la afirmación es verdadera, pero se mantiene orgullosamente y continúa con la procesión.
