El sentido del tacto es uno de los cinco sentidos, pero, a diferencia de los otros sentidos, no se encuentra en una región específica del cuerpo y sí en todas las regiones de la piel.
Nuestra piel es el órgano más grande en el cuerpo humano. En ella se encuentran numerosas terminaciones nerviosas capaces de captar estímulos términos, mecánicos o dolorosos. Cada terminación nerviosa o receptor cutáneo es especializado en la recepción de estímulos específicos, siendo que cada receptor tiene un axón y, con excepción de las terminaciones nerviosas libres, todas ellas forman asociación con tejidos no neurales.
Las regiones de la piel que presentan pelos poseen, en los folículos capilares, terminaciones nerviosas específicas, cuyos axones envuelven el folículo piloso, captando las fuerzas mecánicas aplicadas contra el pelo. En esas regiones también podemos encontrar los receptores de Ruffini también llamados de corpúsculo de Ruffini, que son estimulados cuando la piel es distendida.
Podemos encontrar tres tipos de receptores en la piel: los corpúsculos de Pacini o Vater-Pacini; los discos de Merkel y los corpúsculos de Meissner.
Los corpúsculos de Pacini están especializados en la captura de vibrátiles y estímulos táctiles. Corpúsculos de Meissner se encuentran en las regiones de la piel que no tienen el pelaje y están especializadas en la captura de estímulos táctiles. Los discos de Merkel se especializan en la captación de estímulos táctiles y también de presión.
En las regiones de la piel que son desprovistas podemos encontrar los bulbos terminales de Krause, que son receptores térmicos de frío. Ellos pueden ser encontrados en las partes limítrofes de la piel, como alrededor de los genitales y de los labios.
Las terminaciones nerviosas libres, como los receptores del dolor, acusan estímulos mecánicos, térmicos, químicos y especialmente dolorosos.
El sentido del tacto es el primer sentido en desarrollarse en el hombre y es muy importante para el crecimiento, desarrollo y aprendizaje del niño, pues por medio del toque ella consigue recibir estímulos de otras personas, adquiriendo confianza, autoestima y desarrollando aspectos psicoafectivos. Además, el tacto es el único sentido que se conserva atento en el periodo en que el individuo está durmiendo, funcionando como una especie de guardia del sueño.
Algunos medicamentos que actúan como anestésicos locales como la novocaína, actúan en los receptores de dolor de la piel. Otros medicamentos, como la aspirina, actúan inhibiendo la producción de prostaglandina, sustancia que provoca inflamaciones y dolores en regiones del cuerpo. Sustancias como el opio, la morfina y la codeína actúan en los centros de dolor de nuestro cerebro.
Personas desprovistas de visión, consiguen redirigir y leer textos, números y notas musicales con los dedos, gracias a la gran cantidad de receptores táctiles existentes en las puntas de los dedos. El alfabeto en braille fue inventado por el francés Louis Braille (1809-1852) que quedó ciego cuando todavía era un niño.
