En el final de la Edad Media (siglos XIII y XV), Europa pasa a través de transformaciones sociales, económicas y políticas de gran importancia. El fortalecimiento del comercio y la aparición de la burguesía han favorecido el desarrollo y la aparición de muchas ciudades.
Crecimiento urbano
Muchos de estos nuevos pueblos surgieron a partir de burgos, que eran colecciones de viviendas fortificadas que sirvieron de residencia para los burgueses. Con la dinamización de la economía en las ciudades, especialmente por el comercio, muchas personas comenzaron a abandonar el campo para experimentar la vida en los centros urbanos. Por lo tanto, en los siglos XIV y XV, Europa ha pasado por un importante proceso de éxodo rural (salida de personas del campo a las ciudades).
Nuevas profesiones
Con más personas que viven en las ciudades europeas, las necesidades y transformaciones han aumentado mucho. Comenzaron a surgir nuevas profesiones y oportunidades de trabajo. El dinero, principalmente monedas de oro y plata, comenzó a circular con mayor intensidad.
Los revendedores, por ejemplo, ganaron espacio en la sociedad, pues con el avance de la moneda de comercio eran necesarios los intercambios de monedas para el buen funcionamiento de las relaciones comerciales entre las varias regiones de Europa. En esta época, cada ciudad todavía poseía un tipo de moneda diferente.
Los banqueros también surgieron para garantizar y proteger, con seguridad, las fortunas de los prósperos burgueses. Cheques y otros medios financieros también comenzaron a utilizarse en este periodo.
Organización de los trabajadores
Artesanos y comerciantes comenzaron a organizarse como una manera de obtener mejores resultados en sus actividades. La vinculación a una profesión llevó a la obligación del pago de cuotas a los gremios para ejercer la actividad.
En relación a los artistas, en el Renacimiento surgió el deseo de liberarse del control de los gremios intentando elevar el arte al nivel científico. Este objetivo permitiría sacar la actividad de su consideración artesanal y mantenerse autónomo de las limitaciones fijadas por los gremios.