El metal es uno de los productos más utilizados en las tareas de la vida cotidiana. Encontramos embalajes de metales, hilos y otros productos metálicos en diversos productos. Al ser descartado por personas y empresas, puede pasar por un proceso de reciclado que garantiza su reaprovechamiento en la producción de metal reciclado. El metal reciclado tiene prácticamente todas las características del metal común. Este puede ser reciclado numerosas veces sin perder sus características y calidad. El aluminio, por ejemplo, puede ser usado de manera ilimitada. El acero, después de ser reciclado vuelve a la cadena productiva para ser transformado en latas y piezas automotrices, por ejemplo.
Importancia
El reciclaje de metal es de extrema importancia para el medio ambiente. Cuando reciclamos metal o adquirimos metal reciclado estamos contribuyendo con el medio ambiente, porque este material puede acabar destinado a vertederos o a la naturaleza (ríos, lagos, suelos, bosques), produciendo daños. Debemos mencionar igualmente que el metal reciclado produce grandes ingresos a empresas y cooperativas dedicadas al reciclaje. El metal tiene un alto valor para su reciclado, debido a su capacidad de reutilización y uso comercial.
Recogida selectiva
Uno de los pasos más importantes en el proceso de reciclaje de metales es la separación y recogida selectiva de metal. En las empresas, hogares y otros lugares hay espacios destinados a la eliminación de metal.
Separación en el proceso de reciclado
En la primera fase del proceso de reciclaje de metal, están separados por tipos y características. Por lo tanto, aluminio, cobre, acero y hierro pasarán por procesos de reciclado diferenciados.
Tipos de metales reciclables
A continuación señalamos algunos metales que pueden ser reciclados.
- Latas de aluminio (refrigerante, soda, cerveza, energéticos…) y de acero (latas de sardinas, salsas, aceites…)
- Clavos, alambres y tornillos.
- Cables de metal.
- Tubos de pasta.
- Ollas sin asas.
- Chapas.
- Objetos hechos de aluminio (ventanas, puertas…)
- Caños de metal.
- Productos de ferretería.
- Marcos de fotos.
- Tapas de bebidas.
- Tapas metálicas de botes de yogurt, margarina, quesos…
- Papel aluminio.