El puntillismo apareció en Francia a mediados de la década de 1880 como un movimiento post-impresionista y como una reacción a los propios impresionistas. Es una técnica de pintura en la que los dibujos de artistas y representaciones son hechas usando pequeños puntos o manchas, dando al espectador un efecto óptico diferente de la pintura convencional. Los dos artistas principales de este tipo eran Georges Seurat (1859 – 1891) y Paul Signac (1863-1935).
Esta técnica se basa en la ley de colores complementarios, avance científico impulsado en el siglo XIX por el químico Michel Chevreul. Esta es una consecuencia extrema de las supuestas enseñanzas de los impresionistas, según los cuales los colores deben ser yuxtapuestos y no entremezclados, dejando a la retina la tarea de reconstruir el tono deseado por el pintor, combinando las diversas impresiones grabadas.
La técnica de utilización de puntos coloridos yuxtapuestos también puede ser considerada la culminación del desprecio de los impresionistas por la línea, una vez que la misma es solamente una abstracción del hombre para representar la naturaleza.
Georges Seurat
Georges Seurat (1859-1891), es uno de los que puede ser considerado como el iniciador de este movimiento artístico. Su gran aportación innovadora fue la descomposición prismática de color y la mezcla óptica que ella causa, dejando para segundo plano la representación del instante luminoso que tanto había apasionado a los impresionistas.
Sus obras pueden ser consideradas el punto máximo alcanzado por el puntillismo, tal como Tarde de Domingo en la Isla de Gran Jatte y la obra prima inacabada El Circo.
el fondo que representa el momento luminoso que ambos estaban en el amor los impresionistas. Sus obras pueden considerarse el punto más alto alcanzado por el puntillismo como Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte y la obra maestra inacabada El Circo.