Mercurio es el planeta más cercano al Sol que a una distancia media de 57,9 millones de kilómetros se le conoce como el “astro rey”. Debido a esta cercanía, Mercurio se desplaza a una velocidad media de 47,87 kilometros/seg. alrededor del Sol, siendo el planeta que tiene la mayor velocidad orbital del Sistema Solar.
Esto se debe al hecho de que cuanto más cerca de un planeta está el Sol, mayor es la fuerza gravitatoria que ejerce sobre el planeta y el planeta necesita una mayor velocidad para no caer hacia la superficie solar.
Un observador que se encontraba en Mercurio vería el Sol dos veces y media y siete veces más brillante de lo que se ve en la Tierra. También es el planeta más pequeño del Sistema Solar después de la “degradación” de Plutón a planeta enano. Tiene cerca de 4880 kilometros de diámetro en el ecuador.
En el planeta Mercúrio existe una interesante relación entre el período de rotación y el período de revolución de Mercurio. El período de rotación, también conocido como día sideral es de 58,65 días de las tierras correspondientes a los dos tercios del período de traducción – el tiempo que tarda en viajar alrededor del Sol – que es 87,97 días en la Tierra. Estos dos períodos combinados hacen de un día solar de Mercurio que dura 176 días terrestres. Es decir, un día en este planeta sería como medio año en Mercurio.
Podemos decir que en términos de temperatura, este es un planeta de extremos. En la superficie, durante el día, la temperatura puede alcanzar los 430 º C por la noche la temperatura puede bajar a -180 º C. Esta disminución tan pronunciada es debido a que su atmósfera es muy tenue, por lo tanto no es el efecto invernadero que evita que el calor se pierde durante la larga noche de Mercurio.
Esta delgada atmósfera se crea a partir de sustancias volátiles que existen en la superficie y reaccionan a temperaturas muy altas, siendo liberado de la tierra, pero atrapado por la atracción gravitacional débil sobre el mercurio. La presión de la atmósfera es de menos de 2 mil millonésimas partes de la atmósfera terrestre al nivel del mar.
La observación de Mercurio desde la Tierra es muy limitada. Incluso con el recurso a los telescopios profesionales, poco se reveló sobre su superficie. Mercurio está siempre cerca del Sol, y sólo se puede ver al atardecer o al amanecer en el mejor de los casos.
Gran parte de lo que sabemos sobre Mercurio, fue a través de la nave espacial Mariner 10 que se acercó al planeta en tres ocasiones: el 29 de marzo de 1974, 21 de septiembre 1974 y 16 de marzo de 1975. La sonda tomó fotografías de alrededor del 45% de la superficie. Desde entonces no se realizaron investigaciones sobre Mercurio. Pero Mariner 10 fue muy importante para nuestro conocimiento acerca de este cuerpo celeste.
Nos enteramos de que su superficie es muy similar a nuestra Luna superficie llena de cráteres y hay grandes áreas planas que indica que no tuvo grandes cantidades de lava en el pasado. Su corteza se compone principalmente de silicatos de la luz, pero los científicos admiten la existencia de un gran núcleo de hierro de modo que la densidad media es alta – cerca de 5.5 veces la del agua.
El mercurio es por tanto uno de los cuatro planetas rocosos (o planetas terrestres) que pertenecen al Sistema Solar, los otros tres planetas son Venus, Tierra y Marte. Estos planetas tienen una densidad relativamente alta y se componen principalmente de materia sólida, lo que los distingue de los planetas gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno), que como su nombre indica se componen principalmente de los gases.