El musulmán es un seguidor de la manifestación divina (recogida en el Corán) manifestada por el profeta Mahoma, lo que le transforma en miembro de la comunidad islámica (umma). Para algunos autores basta dar revelación y pronunciar la shahada (profesión de fe) que se expresa al declarar ‘No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta’. La fórmula es única. Ya que el propio Corán cita a los incondicionales de Mahoma como ‘musulmanes’ (Él os ha llamado musulmanes, Corán 22,78), estos se sienten ofendidos en el momento en que son denominados ‘mahometanos’, en tanto que este término implicaría un culto personal que el islam prohíbe.
La población musulmana mundial se estima próxima a los 1000 millones de adeptos religiosos. El islam ha brotado en múltiples regiones geográficas, culturales y étnicas. Los destacados conjuntos étnicos que componen la comunidad musulmana engloban a los árabes (la mayor parte del norte de África y Oriente Próximo), pueblos turcos y otomanos (Turquía, regiones de la antigua Unión Soviética y Asia Central), iraníes, afganos, indo-musulmanes (Pakistán, India y Bangladesh), comunidades del Sureste asiático (Malaysia, Indonesia y Filipinas) y un pequeño porcentaje de chinos. En Europa, el islam es la segunda religión más profesada apenas detrás del cristianismo.
