El moa gigante era un ave gigantesca extinta y una de las mayores aves que ya existieron. Vivió hace 700 años durante el Holoceno en Nueva Zelanda. Su extinción coincide con la llegada del hombre a Nueva Zelanda. Los hallazgos arqueológicos consistentes en pruebas fósiles de huesos rotos por herramientas humanas, carbonizados, en forma de collares y con marcas de dientes humanos, revelan que el ser humano terminó con su existencia. Infelizmente, el último moa gigante murió hace cerca de 500 años.
La desaparición de los moas gigantes sucedía en menos de 100 años, en los cuales fueron muertos más de 170.000 especímenes. El moa gigante no poseía más huesos que las alas y en ocasiones ni siquiera tenían las articulaciones de las alas ligadas con el cuerpo.
Los moas se alimentaban de hojas, vivían en parejas o en pequeños grupos familiares y no tenían depredadores naturales hasta la llegada del hombre al territorio. Existían once especies diferentes de moas, siendo la mayor de ellas el Dinornis maximus, con una altura de casi 4 metros y un peso de 400 kilogramos.