Podemos definir el mercantilismo como la política económica adoptada en Europa durante el antiguo régimen. Como ya hemos dicho, el gobierno absolutista interfiere demasiado en la economía de los países. El objetivo principal de estos gobiernos fue lograr el máximo desarrollo económico posible mediante la acumulación de riquezas. Cuanto mayor fuera la cantidad de riqueza dentro de un reino más grande sería su prestigio, poder y respeto internacional.
Podemos citar como características dominantes del sistema económico mercantilista:
- Metalismo: oro y plata fueron metales que dejaron a una nación muy rica y poderosa, por lo tanto, los gobernantes hicieron todo para acumular estos metales. Además del comercio exterior, que trajo las monedas a la economía interna del país, la explotación de territorios conquistados fue animada en este período. Fue en este contexto histórico que la España extraería toneladas de oro de las sociedades indígenas de América, como, por ejemplo, los mayas, incas y aztecas.
- Industrialización: el gobierno estimuló el desarrollo de las industrias en sus territorios. El producto industrializado era más caro que las materias primas o géneros agrícola. Exportar productos manufacturados era un buen seguro para el lucro.
- Proteccionismo: los Reyes plantaron impuestos y tasas para impedir el ingreso de productos del extranjero. La política proteccionista fue una manera de estimular la industria nacional y también evitar la salida de las monedas a otros países.
- Pacto colonial: las colonias europeas deberían hacer comercio apenas con sus metrópolis. Era una garantía para vender alto y comprar barato, obteniendo todavía productos no encontrados en Europa. Dentro de este contexto histórico sucedía el ciclo económico del azúcar en la América colonial.
- Balanza comercial favorable: el esfuerzo fue exportar más que importar, de esta manera, entrarían más monedas de las que dejaría el país, dejando al país en buena posición financiera.
