El hombre ha transformado profundamente la naturaleza, destruyendo especies vegetales y animales, desviando los cauces fluviales, cortando las montañas, drenando los pantanos y acumulando toneladas de escombros en el aire, el agua y el suelo.
La salud y el bienestar del hombre están directamente relacionados con la calidad del medio ambiente, es decir, con sus condiciones físicas, químicas y biológicas.
Se entiende por contaminación el deterioro de las condiciones ambientales, que puede alcanzar el aire, el agua y el suelo.
Relación entre el hombre y el medio ambiente
La relación del hombre ha sido muy desfavorable para la naturaleza. Desde la aparición de la especie humana, el hombre ha estado dañando, primero a través del fuego y, después, con la evolución, surgieron nuevas formas de agredir a la naturaleza.
Con el advenimiento de la revolución industrial y la máquina de capitalismo, los perjuicios al medio ambiente fueron creciendo aceleradamente. La industria es la mayor responsable de la degradación ambiental de los últimos siglos. Desde su florecimiento, grandes bosques han sido talados para usar la madera y las plantaciones han dañado los ecosistemas a través del lanzamiento de contaminantes generadores de la lluvia ácida.
La industria produce también el CFC, un gas capaz de subir altitudes e impedir el proceso de renovación de la capa de ozono, que es responsable de la retención de los rayos ultravioletas del sol. La destrucción de esa capa produce el incremento de la temperatura ambiente terrestre, provocando el deshielo de los casquetes polares y el aumento en el nivel de los mares.
Por otro lado, la industria crea el veneno DDT, un producto químico capaz de matar los insectos que atacan a los cultivos y, al no ser biodegradable, penetra en los alimentos envenados y causando enfermedades a los hombres que los ingieren.
La industria, a partir de la quema de combustibles junto con el uso de automóviles, y con la respiración humana, producen CO2, un gas que es renovado por las plantas generalmente pero que, debido al descenso de esas plantas, parte de ese gas no es renovado en el medio ambiente.
Hace algunos años surgió en Europa y en los países desarrollados una conciencia de preservación al medio ambiente, a través de grupos como Greenpeace. También apareció la conciencia sobre el sello de calidad ISO 14000 que es la prueba de productos de alta calidad y biodegradables.