El nombre hierro se deriva del latín ferrum, es un metal maleable, tenaz, de coloración blanco-ceniza presentando propiedades magnéticas; es ferromagnético a temperatura ambiente, así como el níquel y el cobalto. Es duro y resistente pero al mismo tiempo es maleable y dúctil.
Tiene símbolo atómico de Fe y a temperatura ambiente, puede encontrarse en estado sólido. Se extrae de la naturaleza en forma de mineral de hierro, pero pasa a otros estados a través de su proceso de transformación en los altos hornos, en interacción con el carbón y la piedra caliza. Al pasar por un proceso llamado de descarburación, el metal es calentado en un ambiente en que hay presencia de oxígeno, lo que hace con que el metal se oxide y pierda carbono. Si la descarburación es total, es perdido carbono apenas en la superficie. Ya en el proceso de descarburación parcial, el carbono reducido se encuentra en las capas más periféricas del acero. El acero común es una aleación de aproximadamente 98,5% de hierro, 0,5% a 1,7% de carbono y trazos de silicio, azufre y fósforo.
El núcleo de la Tierra tiene en su composición el elemento de hierro. Este metal es ampliamente utilizado hoy en día, especialmente en la industria del acero, donde es componente del acero. Los minerales y hierro son encontrados, en su estado natural, en muchos tipos de roca, siendo las principales: oligisto o hematita, magnetita (piedra imán) y siderita (piedra de hierro). La pirita que quedó conocida popularmente como ‘oro de los tontos’, se puede confundir con el metal oro debido a su coloración amarilla. La hematita es el principal mineral del hierro.
El hierro tiene propiedades como: buen conductor de calor y electricidad, actualmente se utiliza extensivamente para la producción de acero, metal aleación para la fabricación de herramientas, máquinas, vehículos de transporte (automóviles, barcos, etc.), como un elemento estructural de puentes, edificios y una multitud de otras aplicaciones.
El yodo »
