El cuento es una forma de prosa narrativa, de menor extensión (en sentido estricto), incluso si contiene los mismos componentes de la novela. Entre sus principales características, se dan la concisión, exactitud, densidad, unidad de efecto o impresión total – de la cual hablaba Poe (1809-1849) y Tchekhov (1860-1904): la historia necesita causar un efecto único sobre el lector; un montón de diversión y emoción.
Fases del cuento
Podemos imaginar – aunque precariamente – varias fases del cuento. Estas etapas no tienen relación con aquellas estudiadas por Vladimir Popp en el libro Morfología del cuento (Morfológuiya skazki), en el cual, para describir el cuento, Propp lo desmonta y lo clasifica en unidades estructurales – constantes, variantes, sistemas, fuentes, funciones, asuntos. Además, él habla de una primera fase (religiosa) y una segunda fase (de la historia del cuento). Aquí, cuando hablamos en ases, tenemos la intención de dar solo un paseo por la línea evolutiva del género.
Fase oral
Lógicamente la primera etapa es la oral, en la cual no es posible concretar su inicio: el cuento se origina en un tiempo en que ni siquiera existía la escritura; las historias eran narradas oralmente alrededor de las fogatas de las habitaciones de los pueblos primitivos – generalmente durante la noche. Por eso, el suspense y fantástico que lo caracterizó.
Fase escrita
La primera etapa escrita es probablemente una en la que los egipcios registran el libro mágico (alrededor del 4000 a.C.). De ahí llegamos a la Biblia – véase cómo la historia de Caín y Abel (2000 a.C.) tiene la precisa estructura de un cuento. El antiguo y nuevo testamento traen muchas otras historias con la estructura del cuento, como los episodios de José y sus hermanos, de Sansón, de Ruth, Susana, Salomé; las parábolas: el buen samaritano, el hijo pródigo, la higuera estéril, el sembrador, entre otro.
En el siglo VI a.C. tenemos la Ilíada y la Odisea, de Homero, y en la literatura hindú el Pantchatantra (siglo II a.C.?). De un modo general, Luciano de Samosata (125-192 d.C.) es considerado el primer gran nombre de la historia del cuento. El escribiría ‘El cínico’, ‘El asno’, etc. De la misma época es Lucio Apuleyo (125-180 d.C.) que escribió ‘El asno de oro’. Otro nombre importante es el de Cayo Petronio (siglo I), autor del Satiricón, libro que continúa siendo reeditado hasta hoy. ‘Las mil y una noches’ aparecen en Persia en el siglo X de la era cristiana.
La segunda fase comienza escribir alrededor del siglo XIV, cuando se registran las primeras preocupaciones estéticas. Giovanni Boccaccio (1313-1375) aparece con su Decamerón, que se convirtió en un clásico y asentaría las bases del cuento a la forma en que lo conocemos hoy, además de haber influenciado en otros como Shakespeare, Molière, Hans Sachs, Lope de Vega, Geoffrey Chaucer, Charles Perrault, La Fontaine, entre otros. Miguel de Cervantes (1547-1616) escribe las Novelas ejemplares, Francisco Gómez de Quevedo y Villegas (1580-1645), trae Los sueños, satirizando la sociedad de la época. Los Cuentos de Canterbury, de Chaucer (1340?-1400) son publicados alrededor de 1700. Perrault (1628-1703) publica Barba azul, El gato con botas, La cenicienta, El soldadito de plomo…Jean de la Fontaine (1621-1695) es el contador de fábulas por excelencia: La cigarra y la hormiga, La tortuga y la liebre o El zorro y las uvas.
En el siglo XVIII el maestro del cuento fue Voltaire (1694-1778). Escribió obras importantes como Zadig y Cándido.
Llegando al siglo XIX el cuento se extiende a través de la prensa escrita, toma fuerza y es innovador. Washington Irving (1783-1859) fue el primer escritor estadounidense de importancia. Los hermanos Grimm (Jacob, 1785-1863, y Wilhelm, 1786-1859) publican Blancanieves, Rapunzel, El gato con botas, La bella durmiente, Pulgarcita, Caperucita y otros muchos. Los cuentos de los hermanos Grimm recuentan historias que ya habían sido planteadas por Perrault, por ejemplo. Ellos fueron tan importantes que el cuento llegaría a adoptarse como forma literaria determinada.
El siglo XIX fue pródigo en maestros del cuento: Nathaniel Hawthorne (1804-1864), Poe, Maupassant (1850-1893), Flaubert (1821-1880), Leo Tolstoy (1828-1910), Mary Shelley (1797–1851), Tchekhov, Machado de Assis (1839-1908), Conan Doyle (1859-1930), Balzac, Stendhal, Eça de Queirós, Aluízio Azevedo.
No podemos olvidar nombres como: Hoffman (uno de los padres del cuento fantástico, que más tarde influiría a Poe, Machado de Assis, Álvaro de Azevedo y otros), Sade, Adalbert von Chamisso, Nerval, Gogol, Dickens, Turguenev, Stevenson, Kipling, entre otros .
Consideraciones finales
El cuento es una narración corta. El tiempo en que transcurre es reducido y contiene personajes limitados que existen en función a un núcleo. Es el relato de una situación que puede suceder en la vida de los personajes, aunque no es común que suceda con todo el mundo. Puede tener un carácter real o fantástico de la misma forma que el tiempo puede ser cronológico o psicológico.